Los cónsules de Francia, Marruecos, Austria y Chequia comparten su visión sobre los retos que enfrenta la sociedad isleña

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De izquierda a derecha: Carlos Anglada, cónsul honorario de Austria; Michel Magnier, cónsul honorario de Francia; José Eduardo Iglesias, director de la agencia Mallorca Global; Abdellah Bidoud, cónsul general de Marruecos; Dalibor Čiak, cónsul honorario de Chequia, y Miguel Ángel Cortés, delegado de Promoción, Comercio y Gestión Digital del Ajuntament d’Inca, protagonizaron la mesa redonda “Mallorca en el foco: tendiendo puentes para el futuro”. Fotos: Piter Castillo.

Con el objetivo de abrir espacios de diálogo y reflexión sobre el presente y el futuro de la isla, el pasado 8 de mayo se celebró en el Puro Hotel Oasis Urbano de Palma la mesa redonda “Mallorca en el foco: tendiendo puentes para el futuro”. La iniciativa, ideada y organizada por la agencia Mallorca Global, con el patrocinio del Ajuntament d’Inca, reunió a Michel Magnier, cónsul honorario de Francia; Abdellah Bidoud, cónsul general de Marruecos; Carlos Anglada, cónsul honorario de Austria, y Dalibor Čiak, cónsul honorario de Chequia, en un encuentro que puso sobre la mesa algunos de los grandes desafíos que enfrenta la isla. Durante una hora y media de enriquecedora conversación moderada por el director de Mallorca Global, José Eduardo Iglesias, y con la participación del delegado de Promoción, Comercio y Gestión Digital del Ajuntament d’Inca, Miguel Ángel Cortés, se abordaron temas clave como el impacto del turismo y su percepción entre turistas y residentes, la inmigración y la integración de las comunidades extranjeras, y la lucha contra la criminalidad. La jornada concluyó en un ambiente distendido, con los participantes compartiendo mesa y conversación en el restaurante Sukalde.

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El dinámico debate entre los cónsules tuvo como escenario Puro House, el ala más exclusiva de Puro Hotel Oasis Urbano de Palma.

TURISMO Y MASIFICACIÓN

El fenómeno de la masificación es, sin duda, uno de los temas más candentes en la actualidad de Mallorca. Sin embargo, para Michel Magnier esta problemática tiene un “alto componente psicológico” y está “magnificado en un grado que no se justifica”, ya que “no existen datos objetivos suficientes” que la respalden. De hecho, sus compatriotas, tanto residentes como visitantes —“prefiero la palabra visitantes antes que turistas, porque a veces no tiene una connotación muy favorable”—, no comparten esta percepción negativa. “No he recibido quejas y no les molesta, digamos, de forma absoluta, salvo en cuestiones concretas como el acceso a la vivienda o los problemas de movilidad”, explicó Magnier.

Michel Magnier

El cónsul honorario de Francia, Michel Magnier, en una de sus intervenciones.

El cónsul honorario de Francia atribuyó la presión sobre la isla al crecimiento de su población: “Casi se ha duplicado en 15 años y la ratio de vehículos por familia ha pasado de 1,3 a casi 2,4. Tenemos atascos en enero y febrero, antes de que empiece la temporada alta. Eso demuestra que el problema no lo causan los visitantes”, enfatizó. Magnier refirió la necesidad de crear un observatorio que mida el grado de satisfacción de los visitantes antes y después de su experiencia en la isla y así verificar de qué forma la califican.

Dalibor Čiak coincidió con su colega francés al señalar que el verdadero problema no es el turismo, sino la “falta de planificación de las infraestructuras, el transporte público y la gestión urbanística de la isla”. A su juicio, no puede hablarse de una masificación real cuando Mallorca tiene unos 240 habitantes por km², cifra que en verano puede llegar a duplicarse, pero sigue lejos de otras realidades urbanas. “En Mónaco viven 17.000 personas por km², y en Singapur, con una superficie similar a Menorca, casi 6 millones —unas 8.000 personas por km²—, y todo funciona”, apuntó. Para el cónsul checo, la tendencia a demonizar el turismo responde más a una percepción emocional que a hechos objetivos y recordó que “desde sus inicios, el turismo ha enriquecido profundamente a la isla”.

Por su parte, Carlos Anglada subrayó el papel de los medios de comunicación, especialmente en el ámbito germanoparlante, en la percepción de la masificación en Mallorca. Afirmó que la turismofobia “resulta muy golosa para la prensa”, sobre todo en Alemania, donde se exageran las tensiones para atraer audiencia. “Los tabloides han llegado a titular que ‘Mallorca no nos quiere’, pero eso responde más a una narrativa mediática que a la realidad”, apuntó. Frente a ese enfoque sensacionalista, señaló que los austríacos abordan la cuestión con más distancia y la ven como un problema local. “Somos los de aquí los que percibimos que la masificación en la isla crece”, concluyó.

Michel Magnier: La masificación tiene un alto componente psicológico. No hay datos objetivos suficientes que la respalden

El cónsul general de Marruecos, Abdellah Bidoud, señaló que, a diferencia de otras nacionalidades, el turismo procedente de Marruecos hacia Mallorca es muy reducido y que “los marroquíes vienen para trabajar”. Destacó que cada temporada más de 6.000 marroquíes residentes se desplazan desde la península a las islas para trabajar en sectores como la construcción o la agricultura, y “se enfrentan a dificultades como el acceso a la vivienda, estando hoy condenados a un alquiler de cama y no de habitación”.

LOS DESAFÍOS DE LA INMIGRACIÓN LABORAL Y RESIDENCIAL

Abdellah Bidoud

Abdellah Bidoud, cónsul general de Marruecos, advirtió sobre la falta de reconocimiento a la contribución laboral de la comunidad marroquí.

Abdellah Bidoud puso el foco en los retos de integración que encara la comunidad marroquí en Balears, un colectivo que, según explicó, “es muy reservado y silencioso”. Muchos de sus miembros trabajan en sectores esenciales y afrontan jornadas extenuantes que dificultan su integración social y lingüística. “Se habla mucho de las mezquitas o del Ramadán, pero poco del esfuerzo diario de estas personas para poner comida en la mesa”, afirmó. A su juicio, hay una falta de visibilidad y reconocimiento hacia su contribución laboral, ya que “si los marroquíes paran de trabajar, todo se parará en Mallorca”, y lamentó el escaso intercambio intercultural real. Citó como ejemplo positivo la iniciativa del alcalde de Inca, que promovió un foro para mostrar la riqueza histórica y cultural de esta comunidad.

Además, Bidoud alertó sobre las consecuencias sociales derivadas de este aislamiento, ya que “por la carga laboral, muchos dejan de lado responsabilidades familiares”, lo que deriva en problemas como el fracaso escolar o la escasa integración de las mujeres, que definió como “aspectos nefastos”. Subrayó que el fracaso escolar, en particular, es “un fracaso de toda la sociedad”, dado que estos menores crecerán como ciudadanos españoles no asimilados. El cónsul general de Marruecos reclamó que las instituciones no dejen de lado a la comunidad marroquí y abran espacios de participación activa en la vida pública para aclarar los conceptos culturales y religiosos que a menudo se malinterpretan, como el verdadero sentido del Ramadán, “que no se reduce solo al ayuno, sino que también implica el perdón y el respeto mutuo”.

Abdellah Bidoud: El fracaso escolar de los niños marroquíes es un fracaso de toda la sociedad, porque crecerán como ciudadanos no asimilados

Por su parte, las comunidades de residentes europeos enfrentan retos distintos, pero no menos importantes. Carlos Anglada destacó que, aunque los austríacos residentes en Balears “se integran muy a gusto en la sociedad”, existe un desafío con los hijos de los extranjeros. “La mayor parte de los extranjeros residentes aquí de cierto poder adquisitivo llevan a sus hijos a escuelas internacionales”, lo que les da menos acceso a la cultura, historia y tradiciones de Mallorca. Anglada consideró que “sería muy positivo que estas escuelas fomentaran una mayor integración cultural”, permitiendo que los niños extranjeros se “empapasen de la rica cultura mallorquina”.

Dalibor Čiak

El cónsul honorario de Chequia, Dalibor Čiak, señaló que se debería actuar con mayor firmeza frente a la ocupación ilegal.

El cónsul honorario de Chequia, Dalibor Čiak, recordó las dificultades que enfrentaban los ciudadanos checos en los años 90 para emigrar a Mallorca, cuando era necesario solicitar un visado y firmar un compromiso de retorno. “Traíamos dinero, trabajo para nosotros y para la gente de aquí”, explicó, y reconoció que ver hoy a personas que “no vienen a aportar, sino a vivir del cuento, por decirlo de alguna manera, nos duele”. Con la entrada de Chequia en la Unión Europea, el proceso migratorio se facilitó y permitió una integración más fluida: “Los checos se integran y forman parte de la sociedad”. Čiak señaló que los inmigrantes deben llegar “con buenas intenciones, no en plan de que he oído que aquí se puede ocupar una casa y no pasa nada”. A su juicio, las autoridades y cuerpos de seguridad deberían actuar con mayor firmeza frente a la ocupación ilegal, un fenómeno “incomprensible” para muchos extranjeros. Insistió en que, en un contexto de escasez de personal cualificado, la inmigración debe verse como una “oportunidad”, siempre que se base “en el respeto y la voluntad de contribuir” a la sociedad.

Dalibor Čiak: La inmigración debe verse como una oportunidad ante la escasez de personal cualificado

Michel Magnier reivindicó la necesidad de que la comunidad francesa en Mallorca deje atrás su “invisibilidad”, consecuencia de una integración tan fuerte que “nos asimilamos tanto que desaparecemos”. Aunque valoró esta capacidad de adaptación como una virtud, advirtió que también puede ser un defecto si implica renunciar a la propia identidad: “No hay que olvidar nuestro ADN, nuestra forma de ver el mundo. Salir de la invisibilidad no es incompatible con la integración”. Además, pidió mayor visibilidad para el idioma y la cultura francesa en la isla, especialmente en sectores turísticos donde Francia representa un mercado en crecimiento. “Que no haya ni un menú en francés es incomprensible”, concluyó.

MALLORCA, UN DESTINO SEGURO

Todos los cónsules presentes coincidieron en destacar la excelente colaboración de los cuerpos de seguridad españoles con sus homólogos europeos, valorando asimismo la coordinación, la rapidez de respuesta y el trato recibido en situaciones de emergencia o conflicto.

Carlos Anglada

Carlos Anglada, cónsul honorario de Austria, durante la mesa redonda.

Dalibor Čiak reconoció que, aunque se producen hurtos, “Mallorca es un destino muy seguro en comparación con otros”. Explicó que, ante el problema que supone para el consulado la pérdida de documentos, han desarrollado un sistema para que “las compañías aéreas permitan volar con solo la denuncia policial”, evitando así la emisión de pasaportes de emergencia, que supone un gran esfuerzo para una oficina con recursos limitados.

Carlos Anglada: La comunicación con las fuerzas de seguridad e instituciones penitenciarias locales es excelente

Michel Magnier subrayó el impacto negativo que los hurtos tienen en los visitantes de Mallorca, especialmente en aquellos que pierden documentos importantes como pasaportes. Según él, “una persona que sufre ese tipo de mala experiencia es una persona que se va a ir traumatizada”, ya que, si el hurto ocurre al principio de su estancia, muchos turistas ni siquiera consideran continuar su visita. Destacó la trascendencia de un trato adecuado por parte de las fuerzas de seguridad, asegurando que “si esa persona que ha perdido la documentación no recibe un buen trato, no volverá a visitar las islas”. Magnier explicó que un enfoque empático puede cambiar la percepción: “Si se hace al revés, con esfuerzo y atención, el visitante dirá que tuvo una mala experiencia, pero que todo se resolvió bien gracias a las autoridades locales y ello le convertirá en el mejor embajador de nuestro destino turístico”. Además, comentó la importancia de las patrullas mixtas de seguridad: “Estas patrullas, que incluyen agentes de otros países, son una señal fuerte de la colaboración y la homogeneización del territorio europeo”.

Por último, Carlos Anglada también resaltó la fluidez de la relación con las fuerzas de seguridad y administraciones, afirmando que “la comunicación es realmente buena” y que se ha avanzado notablemente desde situaciones pasadas. También quiso poner en valor el trato recibido por parte de las instituciones penitenciarias, que describió como “excelente”, aun teniendo en cuenta el bajo número de austríacos implicados.

EL CIERRE, EN SUKALDE

El encuentro concluyó con un animado almuerzo en Sukalde, un elegante restaurante situado en Puro Grand Hotel, en pleno casco histórico de Palma. Con una propuesta que fusiona la tradición culinaria vasca con un enfoque contemporáneo, este nuevo proyecto del Grupo La Vasca aportó el marco ideal para cerrar una jornada de reflexión y diálogo en un tono más informal.

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