Luis Nigorra Cobián es desde marzo presidente de la Asociación Española de Campos de Golf (AECG). Una organización empresarial sin ánimo de lucro creada para defender los intereses de la industria del Golf español. Nigorra, que compatibiliza este nuevo cargo con la presidencia de la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, resalta el papel estratégico de este deporte tanto en la isla como a nivel nacional. Uno de los temas que se abordan a través de un suplemento especial en la edición Mayo-Agosto de 2021 de Mallorca Caprice by Mallorca Global.
– Cuando nació apenas había un par de campos y ahora Mallorca tiene 25. ¿Cómo ha sido esta evolución y qué ha supuesto para la isla?
– La evolución ha sido muy positiva. Ha permitido un cambio importante, ya que con 2 o 5 campos no puedes considerarte un destino turístico de golf. Los golfistas, cuando viajan, quieren jugar en un campo cada día. La ventaja de tener 25 campos en la isla, y además con la variedad que tienen los de Mallorca, es que posiciona la isla como un destino de golf idóneo. Esto hace que la estancia media de estos visitantes sea más larga. Por su parte, el deporte en sí también ha sufrido cambios. Al principio era más social y había menos jugadores. Ahora hay muchos más aficionados y la base de jugadores tanto extranjera como española le aporta riqueza.
– Entra en el cargo para cumplir los objetivos de la Asociación, sobre todo en materia fiscal o medioambiental. ¿Podría resumir estos objetivos?
– El objetivo principal es estar presente en cualquier negociación de legislación, ya sea local autonómica o nacional. Defender los intereses de toda la industria del golf, implicarnos en la negociación del convenio colectivo… Ahora nos centramos en el tema fiscal y medioambiental en cuanto a que tenemos una serie de carencias en el sector. La naturaleza del golf es deportiva, pero no podemos olvidar que en España este deporte está sobredimensionado como un activo turístico. En España hay 300 campos y dependemos de los visitantes para mantenerlos. En cuanto al tema fiscal, desde el 2012 se subió el iva al 21%, pero el resto de servicios turísticos tributa al 10%. Pedimos que se nos aplique el tipo turístico. En este sentido, el golf es un portador de capital, porque el golfista viene y gasta más que la media de turistas. Es más, incluso como deporte deberíamos contar con un tipo reducido. Como refleja el informe económico ‘Red de campos de golf · Estudio de impacto económico’, elaborado por la Fundación Impulsa Baleares con la Federación Balear de Golf y la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, los golfistas gastan 7 de cada 8 euros fuera de los campos. Pensamos que si se bajase el tipo al 10% creceríamos un 20% en número de turistas, con lo que la recaudación también aumentaría sustancialmente, según las estimaciones. También tenemos otras peticiones, como bajar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)…
– ¿Y qué hay de los objetivos medioambientales?
– A nivel medioambiental, elaboraremos una serie de estudios. Tenemos que dar mucha información porque no es verdad eso de que el golf no es sostenible. Los campos y las empresas son un activo importante. El 70% de los campos de golf de España se riega con agua reciclada (en Baleares esta cifra alcanza el 100%). Aunque reguemos con agua reciclada, se está invirtiendo mucho en nuevos sistemas de riego, variedades de césped que usan cada vez menos, etc. Además, muchas aves que emigran de Europa a África paran en los campos, sirven como refugio. Tenemos una biodiversidad muy potente y sin embargo hay muchos mitos alrededor. Nos gustaría también que ampliaran la lista de fitosanitarios que se pueden usar: somos el país con la lista más perjudicial de Europa; no podemos usar productos que utilizan en otros países o en el sector agrícola.
– ¿Cuál es la posición de Baleares respecto a España u otros países?
– Geográficamente es muy diferente según el sitio. En Madrid hay sobre todo grandes clubes sociales y reciben menos turismo. En Andalucía y la Costa Blanca son campos más turísticos, al igual que en Baleares. España es líder mundial en cuanto a turismo de golf con 1,2 millones de turistas al año y cada territorio tiene su mercado. Nosotros aquí en Baleares recibimos más alemanes y nórdicos; en Andalucía, más británicos… Mallorca tiene la ventaja de estar en un área geográfica en la que puedes ir al campo más lejano en menos de una hora en coche, hay grandes campos y muy variados. Desde recorridos largos que pueden albergar grandes campeonatos hasta otros más recogidos pero que se ajustan muy bien al deportista amateur. Zonas planas (Son Antem, Santa Ponsa, Son Vida…); otros más de montaña (Andratx, Bendinat, Son Termes); campos con vistas al mar como Alcanada, Val d’Or… A esto se suma una planta hotelera que en los últimos años se ha modernizado mucho, con lo cual los clientes pueden quedarse en hoteles muy bien gestionados y con una buena restauración. La isla es un caramelo para el mundo del golf.
– Se puede deducir de sus palabras pero ¿qué puntuación da a los campos de golf de Mallorca?
– Realmente el mantenimiento es muy bueno, los greenkeepers funcionan muy bien… Tenemos un producto muy bueno. En general, los campos de España compiten internacionalmente por su buena calidad. Otros destinos, por precio, quizás sean más económicos pero nosotros competimos en calidad y creo que eso es positivo. Tenemos buena nota y los turistas que vienen están contentos.
– ¿Qué puede aprender Mallorca de otros destinos de golf y de los campos de otros países?
– Quizás que en otros países la sociedad valora más el golf como actividad y se le reconoce lo que aporta. Es un deporte que tiene fama de elitista y no es cierto. En Mallorca hay campos en los que puedes ser socio por 1.400 euros y practicar todo el año. Mucha gente paga eso por un gimnasio y estos no se perciben como elitistas. Todavía hay que educar mucho a la sociedad para que sepa lo que es un campo de golf de verdad. Además de los grandes golfistas, con un alto nivel físico, es un deporte que se flexibiliza y cuando eres más mayor puedes adaptarlo a tus capacidades.
– ¿Hay espacio para más campos de golf en Mallorca?
– Los campos de golf ocupan el 0.3% de la isla o, de forma más gráfica, el 6% de Palma. Por espacio en el mercado, podría haber alguno más, pero la ley balear no permite la construcción de nuevos campos de golf. Lo que sí podemos es crecer considerablemente con la planta de campos que ya tenemos. Hay meses como los de verano o los que van de noviembre a marzo con mucho potencial de crecimiento, en los que podría aumentar el número de golfistas de una manera muy importante sin necesidad de aumentar los campos.
– Parece que aumentan los aficionados a este deporte. ¿Cuál es el perfil de los nuevos golfistas?
– Después del confinamiento ha crecido el interés en el golf. Se ha visto que es sano, andas entre 6 y 8 km por un recorrido de 18 hoyos y es un deporte seguro, en el que se puede mantener la distancia. En cuanto al perfil, hay de todo. Mucha gente joven, sobre todo cada vez que se populariza un golfista joven, lo cual ayuda. Cuando yo era jovencito irrumpieron Ballesteros y Olazábal y esto provoca un aspecto aspiracional. Ahora, por ejemplo, John Rahm es un imán para muchos jóvenes. Hay gente de todo tipo, desde profesionales liberales, gente mayor… Lo que da diversidad, interactúas con gente de diferentes ideas y eso enriquece. Te encuentras con otras personas y te juntas para jugar, conoces gente nueva. La parte social del golf tiene su peso, puedes recorrer los 18 hoyos charlando. Además, gracias al sistema de hándicap, familias y amigos con diferente nivel pueden jugar juntos, cada uno con su puntuación. Es una ventaja, no es lo mismo que enfrentarse a Rafa Nadal en tenis e intentar devolverle alguna bola…
– ¿Por dónde pasa el futuro del sector en Mallorca? ¿Qué falta por hacer?
– Nos gustaría seguir creciendo en número de turistas, como destino reconocido de golf. En los últimos años hemos tenido algo más de apoyo político porque se han dado cuenta de todo el valor que aporta el golf. Tanto el Govern, el Consell y la AETIB se han decidido a apoyar un torneo importante como es la final del Challenge Tour: ‘Road to Mallorca’, y también nos apoyan en algunas de las acciones comerciales que hacemos en los mercados emisores. Es difícil competir con Andalucía o Canarias, nuestros destinos competidores más fuertes, porque también cuentan con dinero de Europa para apoyar sus acciones. Agradecemos el apoyo institucional en los últimos años, pero tenemos que conseguir crecer en número de golfistas y consolidarnos como un destino de golf potente, porque eso traerá mucho beneficio a la isla. A nivel local, deberíamos mejorar el conocimiento de este deporte entre la sociedad para que vean sus bondades y lo positivo del golf. Si conseguimos estas dos cosas, estaremos en una buena línea de salida para tener un futuro prometedor, con campos de golf bien cuidados, empresas saneadas y una continuidad garantizada.
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