Son muchos los hornos y las pastelerías de Palma donde se puede probar producto típico de la tierra. Las tradicionales ensaïmadas compiten con los clásicos robiols, panades o crespells por conquistar el paladar de quienes pasan por delante de las vitrinas de estos tentadores establecimientos.

Un desayuno enérgico a primera hora, un tentempié a media mañana para recuperar fuerzas, un pan recién hecho para compartir en familia o un bocado para celebrar una buena noticia. Cualquier excusa es buena para hacer una parada en los hornos con más solera de la ciudad. Sobre todo, cuando se tiene la certeza de que la especialidad a degustar va a saber a gloria.

Aunque con los años se ha extendido la repostería y los productos típicos de la tierra se pueden encontrar en múltiples panaderías y pastelerías, solo algunos establecimientos como los que se citan a continuación se guían por las recetas tradicionales para elaborar estas exquisiteces:

  • Forn de la Glòria

Con más de 300 años a sus espaldas, este emblemático horno ofrece a diario pan y todo tipo de dulces recién horneados en un horno de leña de más de cuatro metros de diámetro. La calle donde está ubicado lleva su nombre.

 

  • Fornet de la Soca (antiguo Forn des Teatre)

Su arquitectura es un ejemplo de modernismo catalán. Las formas onduladas y los motivos vegetales y florales dan la bienvenida a un horno centenario famoso por sus ensaïmadas y cocas de gató.

 

 

  • Forn de la Concepció

Su nacimiento se remonta al año 1902 y desde entonces ha servido ininterrumpidamente especialidades como la coca de patata o el pan moreno, su buque insignia.

 

  • Ca’n Joan de s’Aigo

Esta emblemática chocolatería de la ciudad lleva repartiendo felicidad entre sus clientes desde hace más de 300 años. La calidad del helado de almendra que producen o los famosos ‘cuartos’ explican la clave de su éxito. En la actualidad, dispone de tres locales.

Foto: canjoandesaigo.com

  • Forn del St. Cristo

Regentado por una nueva generación de pasteleros el Horno San Cristo fue fundado en 1910 por la familia Coll y todavía conserva las raíces y métodos tradicionales. Sus ensaimadas son populares dentro y fuera de la isla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Foto: Facebook Forn de St. Cristo.