Balears ha conseguido abrir su economía a 157 mercados internacionales con una cesta exportadora que alcanza ya los 779 productos industriales y agroalimentarios distintos, lo que supone la diversificación más elevada de las últimas tres décadas. Así lo revela el último informe elaborado por la Fundació Impulsa Balears, que analiza la evolución del comercio exterior del archipiélago “en un contexto internacional ciertamente tensado, en el que se están poniendo en duda los beneficios de la globalización y prolifera la implantación de medidas restrictivas al comercio, como las que provienen en estos momentos de Estados Unidos“, apuntan en un comunicado.

Exportaciones

Además, la expansión geográfica ha permitido reducir la dependencia de los mercados tradicionales. Las exportaciones hacia los países de la UE-27 representan actualmente el 55,9% del total (frente al 60,5% de 2023), el porcentaje más bajo de los últimos ocho años. A su vez, se ha incrementado la presencia balear en otras zonas como el resto del continente europeo (13,3% vs 3,6% de 2023) y América Latina (7,5% vs 6,3% de 2023).

La cesta exportadora, que ha incrementado el número total de referencias respecto del ejercicio anterior (764), está estructurada en 121 familias y 20 grandes categorías.

Una diversificación que mitiga los efectos de las tensiones globales

Una estrategia comercial más diversificada permite al archipiélago mitigar mejor los efectos de tensiones globales, como las derivadas de la política arancelaria de Estados Unidos. En este sentido, el mercado estadounidense tiene un peso limitado en el total de ventas (0,8%), aunque muestra un especial interés por determinados productos baleares como el calzado (19,5% del total exportado a EE.UU.), el queso (13,9%), los muebles (10,7%), las manufacturas textiles (7,8%), los productos químicos (7,6%) o los objetos de arte (7,1%).

El análisis de Impulsa Balears también identifica 96 productos en los que las islas presentan ventajas comparativas relevantes respecto a la media nacional. Destacan segmentos tradicionales como el vidrio soplado (que tiene una importancia relativa en la cesta balear 13,3 veces superior a la nacional), la vajilla de porcelana (10,2), las patatas (5,5), el calzado de cuero (5,4), las almendras (4,2), las preparaciones capilares (3,0), los zumos y extractos vegetales (2,7) o el queso y el requesón (2,2).  

Una circunstancia que también se extiende a partidas que tienen un potencial tecnológico, digital o de uso de la inteligencia artificial más elevado, como la náutica -donde destacan las exportaciones de yates y otras embarcaciones recreativas (42,5), los barcos para el transporte de personas y mercancías (25,5), los toldos y las velas para embarcaciones (8,9) o las boyas, balsas y amarres (4,6)- o la industria química -como el jabón (2,1), los productos de limpieza (1,9) o los insecticidas y desinfectantes (1,8).

Estos datos se pueden consultar en la nueva versión de la aplicación i|exporta y se analizan en profundidad en el último número de i|mercados: “¿Es posible limitar el impacto de un contexto comercial convulso como el actual?”. El acceso es gratuito y solo requiere registrarse con una dirección de correo electrónico.