Texto: Raúl Beltrán. Palma.
Jaume Ripoll (Mallorca, 1977) es director del Atlàntida Film Fest y cofundador de la plataforma Filmin.
Este año Filmin ha sido un ‘pelotazo’. ¿El confinamiento ha contribuido a ello?
Ha sido una suma de factores. El llevar muchos años, el que esta situación nos haya cogido en un momento de madurez tecnológica… Esto nos ha permitido ampliar la estructura y dar servicio a los nuevos suscriptores o a los que han pasado de ver 7 a ver 14 películas cada mes, duplicando su consumo en Filmin. El confinamiento se ha notado. También el catálogo, que había dado un salto de calidad el año anterior, con series, contenidos de multinacionales como Metro-Goldwyn-Mayer, Universal y Sony.
Mirando a 2021, ¿qué proyectos y planes de expansión tiene Filmin?
Este año estamos consolidando España y Portugal. Ahora estrenamos “El Colapso” y las series que más han funcionado en España también llegarán a Portugal. Otro camino es llevar Atlàntida a otros países de la Unión Europea. Recientemente hemos anunciado la 3ª edición en Portugal y la 1ª en Grecia, Serbia, Albania y Bulgaria. Llegamos a seis países y es un festival que Mallorca podría aprovechar como reclamo. Por último, el año que viene pasa por fortalecer el catálogo y por participar en producciones y co-producciones propias para tener contenido exclusivo.
¿Cuál es su marca diferencial ante todas las plataformas que hay ahora en el mercado?
Es una plataforma en la que uno se siente a gusto descubriendo contenido. Para una gran parte del público, establece un diálogo. A través de nuestras colecciones el espectador puede encontrar el reflejo de la actualidad, desde cine clásico al premiado y más actual de los Oscar, Cannes, etc. Series que no conoce pero que han arrasado en sus países como “Los Durrell”, “El Colapso”… Por último, atendemos muy bien a diferentes espectros de público. El fan de la música clásica encontrará un canal sin precedentes, el fan de documentales de gastronomía tendrá donde elegir, una colección de cine LGTBI de películas y series que no tiene nadie en España o una colección de cine de terror clásicos insuperable. No dirigirse solo a un público es una de las principales fortalezas de Filmin.
¿Atlàntida y Filmin van unidos?
Atlàntida nace en el seno de Filmin. Aunque tiene identidad propia y diferenciada, el festival en Mallorca tiene una oportunidad de ser cada vez más grande, lo que significa más independiente de Filmin. Ha conectado muy bien con la ciudad y con la isla, y tenemos esa ambición. Algo que se valora poco desde muchos ámbitos es que se trata de un festival gratuito, lo que es un hecho diferencial frente a otros festivales de la isla y muchos otros festivales.
Aunque hoy no es fácil hablar de fechas, ¿nos puedes avanzar algún estreno para 2021?
Es un momento de incertidumbre para las salas, que no saben cuándo pueden estrenar. Además, los rodajes se han retrasado. Ahora mismo, puedo anunciar uno de los proyectos más bonitos para 2021: “Josep”, la única cinta de animación española de la historia en Cannes y finalista en los European Film Awards, los Oscar de Europa. Habla de la vida de Josep Arbolí, un dibujante catalán que huye en la Guerra Civil. Otros grandes estrenos que tenemos son películas que se vieron en Mallorca en el Atlàntida. “Search”, que se va a estrenar en Reino Unido en febrero. Y “La pintora y el ladrón”, que ganó el premio del público en el Atlàntida y en el Festival de Londres, candidata a llevarse el Oscar este año a mejor documental.
Salas de cine y plataformas. ¿Conviven o son competencia?
Hace muchos años ya que esta polémica de salas o Internet quedó atrás. El año pasado, las plataformas batieron récord de facturación y las salas también. Hasta marzo, la situación era similar, pero después llegó el Covid. ¿Qué será a partir del año que viene? Dependerá mucho de 3 elementos muy claros. Primero, de lo que hagan las grandes multinacionales, porque España es un país muy dependiente de sus estrenos. Nuestra cuota de mercado de cine de Hollywood es muy superior al de países como Alemania, Francia, China o Japón. El segundo es lo que hagan los festivales. Son imanes de público, un evento en sí al que mucha gente va a ver películas que solo vería en un festival. Tercero, las instituciones, quienes deberán tener muy presente que o intervienen dando ayudas directas a las salas, difusoras de cultura, o muchas estarán avocadas al cierre. Un cuarto factor sería el público, que debe perder el miedo porque los cines son lugares seguros, a pesar de que el mensaje de las administraciones al cerrar los cines está insinuando, de alguna manera, que no lo son. Estas son las claves que van a definir cuál será la situación de las salas de cine de 2021 en adelante.
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