Texto: Raúl Beltrán. 

El termómetro desciende y los días se acortan, sin embargo las posibilidades de descubrir Mallorca más allá de sus playas siguen siendo infinitas. Este año, además, el interés por recorrer la isla ha crecido entre los propios mallorquines debido a las restricciones a la hora de viajar. Es tiempo de conocer esas rutas con encanto que salpican Mallorca y planes para llenar los meses de invierno. Aquí van algunas propuestas.

COVA DES COLOMS: Neopreno para descubrir la Mallorca subterránea

Cova des Coloms. Foto_ Skualo Mallorca

Cova des Coloms. Foto: Skualo Diving Mallorca

Bajo la superficie, Mallorca es una isla repleta de conductos subterráneos y cuevas marinas resultado de milenios de erosión. Para iniciarse en el mundo de la espeleología marina, una de las aventuras más accesibles y que incluso se puede realizar con  niños de a partir de 8 años es la de adentrarse en la espectacular Cova des Coloms. Los amantes de las actividades acuáticas no tienen por qué esperar al próximo verano para visitar este fascinante enclave, conocido también como la Cueva de los Piratas. Un nombre asociado a las leyendas que narran cómo los piratas escondían aquí sus tesoros.

Para lanzarse a la  aventura, solo hace falta embutirse en el traje de neopreno y ayudarse de la experiencia de profesionales como Jaume Nicolau, propietario del centro de buceo Skualo, que en temporada baja organiza salidas bajo demanda para un mínimo de cuatro personas. Desde Porto Cristo, en unos minutos se llega a la entrada de la cueva, donde una sala con una playa rodeada de estalactitas y estalagmitas recibe a los visitantes. Al adentrarse en sus cavidades aumenta la admiración por un espacio natural inolvidable.

EL CAMÍ DE MULETA: Un itinerario oleoturístico entre olivos

Cami Sa Muleta.

Cami Sa Muleta. Foto: Conselleria de Agricultura

Cuando acaba el verano, la Serra de Tramuntana se convierte en el lugar preferido de los excursionistas de Mallorca. Una forma diferente para recorrer sus rincones patrimonio de la Unesco es a través de una ruta oleoturística. El Camí de Muleta es un recorrido de unos 5 kilómetros y de baja dificultad que se inicia en la carretera de Sóller a Deia, la MA-10, en el kilómetro 56.95. Tomando el camino asfaltado en dirección al mar, en la bifurcación hay que seguir por la derecha, que pronto estará señalizado como GR221. Así se llega a las casas de Muleta Gran, rodeada de olivos.

El camino bordea las casas hasta atravesar un portillo que adentra al visitante en el olivar de Cas Avinyons, en el que se encuentra Es Camell, un majestuoso olivo. El sendero continúa, siempre respetando los hitos, y atraviesa un torrente hasta encontrar la posesión de Muleta de Ca s’Hereu, hoy convertida en agroturismo. Para completar la ruta, se puede seguir el GR221 hasta el Puerto de Sóller.

FINCA PÚBLICA DE SON REAL: Un paseo natural por la época pretalayótica

Necrópolis de Son Real

Necrópolis de Son Real. Foto: Conselleria Medio Ambiente

Naturaleza, historia y arqueología se unen en uno de los espacios de mayor valor patrimonial de Mallorca: la finca pública de Son Real. Situada en Santa Margalida, se considera una ‘Mallorca en miniatura’ por aglutinar en 395 hectáreas los valores históricos, culturales y paisajísticos de la isla. Ofrece cuatro senderos de poca dificultad (apto para familias) que atraviesan un diverso conjunto natural salpicado de restos arqueológicos: el poblado pretalayótico de Es Figueral, la necrópolis de la Punta des Fenicios, cuevas y sepulcros megalíticos, etc.

La finca recibe a los visitantes en su aparcamiento, su oficina de información y el museo arqueológico gratuito, abierto de 9:00 a 16:00 h todo el año. Además, alberga el refugio de Son Real, en la antigua casa de baños de los dueños de la posesión, con capacidad para 8 personas.

CAMÍ DES CORREU: Sobre los pasos de los antiguos banyalbufarins

Banyalbufar, a la llegada del Camí des Correu

Banyalbufar, a la llegada del Camí des Correu. Foto: Consorci Serra Tramuntana

El Camí des Correu era la única vía de comunicación entre Banyalbufar y Esporles hasta el siglo XIX. En la época medieval, por el sendero pasaban carros cargados de víveres que muchas veces servían para abastecer la ciudad de productos locales como los tomates de ramallet. Hoy este recorrido es una de las rutas más populares de la Serra. Un trayecto de cerca de ocho kilómetros de escasa dificultad y de difícil pérdida, ya que el recorrido se inicia en la iglesia de Esporles.

El paseo está incluido en la red de caminos de la Ruta de Pedra en Sec y atraviesa lugares de interés como el Pont de sa Turbina, el Torrent de Sant Pere, las posesiones de Ses Mosqueres y Son Valentín y la Font de la Vila, que servía para abastecer los bancales de Banyalbufar. Si al recorrido le sumas la belleza de los municipios de inicio y final de ruta, se convierte en un plan imprescindible para estos meses de invierno.

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