Ante el anuncio de la adjudicación de las obras para reformar el Paseo Marítimo de Palma y el próximo inicio de las obras en la zona, Social Club ha salido en defensa de del local de ocio que explota actualmente y del puente que lo une con el edificio Mediterráneo. Unas obras que cambiarán la fisionomía de esta emblemática parte de Palma y que contemplan derribar las dos edificaciones actuales.

“El lugar que se pretende demoler se encuentra catalogado, como parte del edificio Mediterráneo, en el Plan General de Palma desde el año 1998”, explica la nota de prensa enviada por Son Amar, que también recuerda que fue catalogado por ser “importante no solo como testimonio de la arquitectura del ocio, sino también por su peculiar estructura escalonada y por su significación histórica”. En este sentido, Social Club recuerda que tiene un acuerdo con la Autoridad Portuaria en virtud del que puede explotar ese lugar hasta el año 2027.

Para la empresa, “lo lógico sería mantenerlo, ya que es perfectamente compatible con las obras que desea realizar la Autoridad Portuaria y es preciso que el Paseo Marítimo siga conservando la tradicional oferta de ocio que desde siempre ha tenido”. En este sentido, añaden en la nota, no logran entender “qué utilización racional de los recursos públicos existe en pagar un elevado justiprecio por expropiar sus derechos y demoler una edificación y un puente voladizo que se encuentran protegidos por su valor patrimonial”.

La entidad confía en que Autoritat Portuària de Balears acabe entendiendo sus demandas y se alcance una solución para asegurar la permanencia del local y del puente, a fin de mantener los puestos de trabajo y la opción ciudadana de disfrutar de su oferta de ocio.

Por último, alegaron que “no existen razones operativas, arquitectónicas o económicas para comenzar las obras de remodelación del Paseo Marítimo de Palma justo por en medio, que es donde se halla la edificación y puente voladizo a los que se refieren sus derechos”.