Dos terremotos en Turquía y Siria de magnitud superior a 7,5 grados dejan más de 35.000 muertos y superan los 85.000 heridos. Los equipos de rescate siguen trabajando para localizar a las personas atrapadas bajo los escombros. El Gobierno turco ha emitido una alarma internacional pidiendo ayuda. Varios países, entre ellos España, han decidido enviar equipos de rescate y ayuda humanitaria

Hasta el momento, más de 35.000 personas han fallecido y 85.000 han resultado heridas a causa de un fuerte terremoto de magnitud 7,8 ocurrido la madrugada del 6 de febrero con epicentro en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, según las autoridades turcas. El seísmo también ha afectado a otros países de la región, como Líbano e Irak.

Mientras se llevaban a cabo las tareas de rescate y búsqueda de víctimas, con nueve horas de diferencia, un segundo terremoto de magnitud 7,6 en la escala de Ritcher y una cascada de répicas sacudió el sureste de Turquía ya devastado. El epicentro de este nuevo temblor se hallaba en Elbistan, en la provincia de Kahramanmaras, unos 80 kilómetros al norte del primero. Los trabajos de rescate que se están llevando a cabo se están complicaron debido a las réplicas del terremoto, pues se detectaron más de una veintena desde que se produjo la primera gran sacudida a primera hora de la madrugada del 6 de febrero.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha lamentado que su país vive “la mayor tragedia” desde el gran terremoto de Erzincan en 1939, que dejó 30.000 fallecidos. El terremoto de Turquía es ya el más letal de la región en más de un siglo con más de 35.000 muertos. Las autoridades turcas dictan más de 113 órdenes de detención por construir con negligencia.