Mallorca per tot arreu es la sección de nuestra revista dedicada a descubrir y compartir historias curiosas, tesoros patrimoniales, productos únicos y el talento mallorquín que ha cruzado fronteras. Desde rincones insospechados del planeta donde late el alma de la isla hasta proyectos internacionales con sello balear, esta sección muestra cómo Mallorca vive, inspira y se reinventa más allá de sus límites geográficos.
Un llaüt cumple 100 años… en la Costa Brava
En 1925, se construyó en Portocolom un llaüt bautizado Sant Isidre, que tendría una historia de lo más insólito. Destinado inicialmente a la pesca de arrastre, su rumbo cambió cuando fue sorprendido en actividades de contrabando en los años 30. Esto llevó a su confiscación por la Armada de la República española y su uso como buque de guerra en la Guerra Civil. En los 70, pasó a Greenpeace para trabajos oceanográficos. Hoy, en su centenario, este silencioso testigo de la historia mediterránea sigue navegando y ofrece paseos turísticos de abril a noviembre por el Cabo de Creus, Girona.
Foto: Charter Sant Isidre.
El aperitivo solleric que seduce al mundo
Un refrescante aperitivo mallorquín está conquistando paladares dentro y fuera de la isla desde el verano de 2022. Se llama Canonita y está elaborado por Antonio Nadal Destilerías a base de vino blanco y naranjas canoneta, una variedad exclusiva que solo se cultiva en la vall de Sóller. El año pasado, Canonita vendió 180.000 botellas, de las cuales 30.000 se quedaron en Mallorca, mientras que el resto llegó a países como Alemania, Austria, Dinamarca, Suiza, República Checa, Australia y Venezuela. Alemania, en particular, es su principal mercado con 120.000 botellas. Prost!
Foto: Canonita de Mallorca.
El restaurante más antiguo de Puerto Rico
Fundado en 1848 por el palmesano Antonio Vidal Llinás, La Mallorquina está considerado el restaurante más antiguo de Puerto Rico. Tras operar ininterrumpidamente durante más de 160 años, este emblemático establecimiento situado en la calle de San Justo, en San Juan, cerró en 2012 para renovaciones y reabrió en 2014. Su carta fusiona la tradición insular con la cocina puertorriqueña, y su plato estrella es el asopao, inspirado en el arròs brut.
Foto: la-mallorquina.com.
En Alicante se habla mallorquín
A nadie sorprendería que Es Figueral, Es Coll de sa Creu o Sa Caseta des Moros se encontrasen en Mallorca. Sin embargo, todos pertenecen a Tàrbena, un municipio alicantino donde se habla el Parlar de Sa, un dialecto repleto de giros lingüísticos propios de la isla, como el artículo salado, del que se sienten tan orgullosos que organizan todos los veranos Sa Festa, que incluye un concurso literario en tarbener. Sus raíces se remontan al siglo XVII, cuando cientos de mallorquines de Santa Margalida, Manacor o Pollença emigraron para repoblar la Marina Baixa tras la expulsión de los moriscos.
Foto: Tàrbena. comunitatvalenciana.com.
Sobrasada ‘made in USA’
Descrita en su web como “pasta típica mallorquina para untar, de textura como paté, y de sabor espectacular”, la empresa La Española Meats, Inc. distribuye la sobrasada Doña Juana en el mercado estadounidense. Pero no se importa desde la isla, sino que se fabrica en Harbor City, California, a base de carne de cerdo local pero, eso sí, con aceite de oliva virgen español. La valenciana Juana Gimeno fundó la compañía en 1982 al no encontrar embutidos patrios en EE. UU. y por su deseo de hacer llegar a la comunidad española un pedacito de su tierra.
Foto: laespanolameats.com.
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