La mallorquina Lara Fluxà ha aterrizado en la Bienal de Venecia con su trabajo ‘LLim’. Se trata de una interesante apuesta que se funde con el paisaje a través de los elementos que la forman y que encierra una enorme carga sensorial tanto para la artista como para el propio espectador. “Para mi esta obra es un organismo abierto que surge desde la viscosidad de los materiales que la forman, sin cuerpo ni piel, que beben del agua del Canal de San Pietro que pasa frente al pabellón y se nutre de él”.
El agua, a su paso por el pabellón, irá dejando sus sedimentos en esta instalación tubular durante los siete meses que durará la exposición y esa transformación será lo que convierta la intervención en algo ‘vivo’.
Pero no sólo el agua es la protagonista en el trabajo de la mallorquina, también el vidrio desempeña un papel fundamental estableciendo un interesante ‘diálogo’ con la ciudad de Venecia. “Hay una voluntad de transmutación a través de él y el juego que se produce al trabajar con estos dos elementos donde tienes que escuchar sus procesos y estar atenta a los mismos. Para mí ese juego es muy importante, no sólo por lo que quiero hacer, sino por lo que el material me permite hacer”.
El proyecto, nacido de la colaboración entre la Conselleria de Fondos Europeos, Universidad y Cultura y el Instituto Ramon Llull, ha permitido a la artista “poder trabajar con un equipo de personas en condiciones no precarias” tal y como afirma La directora general de Cultura, Catalina Solivellas.
Solivellas, que durante la inauguración del pasado miércoles elogió la trayectoria de Fluxà, ha reiterado a Mallorca Caprice “la importancia que supone para Baleares tener presencia en la Bienal de Venecia” asegurando que actualmente es “el evento más relevante en arte contemporáneo”.
Licenciada en Bellas artes y máster en Producciones Artísticas e Investigación por la Universitat de Barcelona, Lara Fluxà reconoce sentir pasión por el arte desde la infancia, “desde que empecé a elegir qué hacer y cómo pasar mi tiempo. Tendría unos seis o siete años. Mi padre ha sido montador y de pequeña, después de la escuela, paseaba por las salas mientras él terminaba el trabajo. También aprendí mucho a través de los catálogos que le regalaban, y de esta presencia mía en las salas de exposiciones es de donde percibía los distintos mundos creativos de los diferentes autores”.
La exposición LLIM se podrá ver del 23 de abril al 27 de noviembre dentro del programa Eventi Collateralli de la 59ª edición de una de las citas artísticas más importantes del mundo.
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