Con el objetivo de defender sus intereses ante la nueva Ley General Turística que va a elaborar y aprobar el Govern que preside Marga Prohens en 2024, todas las patronales de alquiler turístico vacacional de Baleares se han unido en Febhatur

Las patronales Asociación de Viviendas de Alquiler Turístico de las Islas (Habtur), la Asociación de Empresarios de Villas Turísticas Vacacionales (Aevtv), la Asociación de Viviendas Turísticas de Vacaciones de Ibiza y Formentera (AVAT), Mallorca Villas y la Federación de Estancias Turísticas Vacacionales (FETV) quieren defender los intereses del sector por los cambios que habrá en la nueva normativa turística que el Govern de Marga Prohens ha anunciado que aprobará en 2024.

Por ese motivo se han unido en una nueva patronal que engloba a todo el sector llamada Federación Balear de Viviendas Turísticas, Febhatur, y que estará presidida durante los dos próximos años por el presidente de Asociación de Empresas de Villas Turísticas, Miguel Cifre.

Febhatur contabiliza en Baleares un total de 20.000 plazas turísticas, que generan un impacto económico en el PIB balear que puede llegar hasta los 6.000 millones de euros.

Objetivo: recuperar 90.000 plazas de alquiler turístico vacacional

La nueva Federación Balear de Viviendas de Alquiler Turístico se ha marcado como principal objetivo la recuperación de las 90.000 plazas de alquiler vacacional comprometidas por la nueva ley turística impulsada por el anterior Ejecutivo autonómico. Entre sus retos están también la modificación de la zonificación, volver a abrir la bolsa de plazas y acabar con la moratoria. Asimismo, persiguen que la modalidad de 60 días no descuente plazas y bolsa, y que se permita la actividad en suelo rústico protegido, entre otros objetivos.

En este sentido, el conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzà, anunció este miércoles en una entrevista en el programa ‘Al Dia’ de IB3 Ràdio que Mallorca e Ibiza mantendrán la moratoria de plazas turísticas hasta que se apruebe la reforma de la ley de Turismo. Por el contrario, en Menorca, no descarta levantarla atendiendo a las peticiones que llegan de la isla y del propio sector turístico.