Los principales centros de investigación marina, el Govern de les Illes Balears y la Fundación Marilles han hecho pública la versión 2021 del Informe Mar Balear (IMB). El IMB reúne fundamentalmente indicadores ecológicos, como por ejemplo el estado de las poblaciones de peces, del paíño europeo o de especies en peligro. Pero también incluye importantes indicadores económicos y sociales, como el nivel de inversión en áreas marinas protegidas, el empleo generado en sectores relacionados con la economía azul o la presión humana sobre las islas. El informe repasa varios grandes capítulos y ofrece datos destacados sobre el estado del mar en las islas.
1 Hábitats protegidos
En el año 2016 desapareció el 99% de las nacras del mar balear. Actualmente se han localizado y se controlan una decena de nacras vivas. En cuanto a la nacra de roca, el informe refleja que Cabrera tiene una de las mayores densidades del mundo.
2 Calidad del agua
En 2020, el 82% de los puntos de muestreo en playas de las islas han mostrado una calidad excelente. El mayor número de zonas de muestreo con calidad suficiente e insuficiente se da en Ibiza (7%) y en Menorca (6%). Las playas urbanas de Balears son las que suelen mostrar una calidad más baja de las aguas de baño.
3 Especies emblemáticas
El Informe del Mar Balear pone el foco en la población de tortugas. Entre los años 1993 y 2020 se han localizado 1.058 tortugas varadas en aguas de Balears, 512 vivas y 546 muertas. Llama la atención que en 2019 se pusieron 160 huevos, mientras que en 2020 fueron 340, más del doble. De este modo, en 2019 nacieron 37 tortugas, mientras que en 2020 nacieron 159.
4 Cambio global
La subida del nivel del mar en el Mediterráneo occidental ha aumentado 1,32 mm/año los últimos 134 años (con un incremento acumulado de 17,7 cm durante este período). Pero la aceleración de esta subida se ha acentuado en los últimos años. Las proyecciones muestran que el nivel del mar podría haber aumentado entre 57 y 75 cm a final de siglo. Esto se traduciría en un retroceso de las playas de Balears de entre 7 y 50 metros.
5 Respuesta social
El informe destaca que Observadores del Mar agrupa 15 proyectos activos y tiene un equipo de 98 investigadores de 46 instituciones de 15 países diferentes. Cada proyecto cuenta con una media de 360 seguidores que participan activamente en la recogida de datos y el envío de observaciones. Desde el año 2000 se han contabilizado un total de 3.834 observaciones en Balears.
6 Presiones
El 88% de las zonas de fondo marino muestreadas presentan residuos plásticos. En particular, la Sierra de Tramuntana mostró una alta abundancia en su fondo marino. Además, el 45% de 40 especies diferentes (incluyendo peces, moluscos y crustáceos) han ingerido microplásticos. Del informe se deduce que la costa de Balears es una de las principales áreas de acumulación de plásticos del mar Mediterráneo.
Por su parte, las plantas desalinizadoras suponen una amenaza potencialmente grave sobre los ecosistemas marinos, especialmente para las praderas de posidonia oceánica. Entre 1994 y 2019 la producción de agua desalinizada en las Islas Baleares —y sus vertidos de salmuera— ha aumentado un 243%.
Las Estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) son otra de las amenazas para el mar balear. Se estima que para el conjunto de Balears un 70,2 % del total de las aguas depuradas se podría reutilizar, aunque solo el 37,7 % es apto para el riego. Globalmente hubo un incumplimiento del caudal de depuración del 1,6 % entre los años 2016 y 2019.
7 Áreas marinas protegidas
En el mar balear existen 7 tipos de áreas marinas protegidas (AMP) que suponen un 21,5% del mar balear protegido. Los datos sobre las reservas marinas muestran que en pocos años se pueden producir cambios importantes, tanto en volumen como en densidad de peces. Un área marina protegida se puede degradar o recuperar muy rápidamente.
8 Pesca
El sector pesquero profesional de la comunidad se encuentra en recesión. Desde 1950 las embarcaciones se han reducido un 78% y la tripulación un 90%. Las capturas de pesca profesional disminuyen entre 2002 y 2020, pasando de 3.900 a 2.400 toneladas, respectivamente. De igual forma, el valor económico asociado a las capturas también disminuye, volviendo en el
año 2020 a los valores iniciales de 18 millones de euros del año 2002. Por su parte, el número de pescadores recreativos ha ido en aumento pasando de 27.500 licencias en el año 2000 a 43.400 licencias en el año 2019.
El impacto de la pandemia
El impacto de la COVID-19 durante el 2020 queda claramente reflejado sobre indicadores relacionados con presiones como, por ejemplo, el transporte marítimo, el ruido submarino, el uso de playas o el índice de presión humana. No obstante, según aseguran los expertos, todavía es pronto para determinar si ha tenido impacto significativo sobre algunas especies o hábitats. Los responsables del informe recuerdan que la prosperidad económica de Balears está fuertemente vinculada al estado de su medio marino y costero. Por ello, aseguran, los planes de recuperación económica deben integrar también la financiación de la investigación científica marina sin la cual no se podrá avanzar hacia una mejor conservación del mar balear.
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