El Ayuntamiento de Palma parará en Figuera la semana que viene para llevar a cabo tareas de mantenimiento que consistirán en sustituir los motores y cambiar la electrificación de la maquinaria

El Ayuntamiento de Palma parará el emblemático reloj de la fachada del edificio de Cort, en Figuera, a partir de este próximo lunes día 13 de marzo para llevar a cabo tareas de mantenimiento. Se espera que el reloj vuelva a estar operativo a partir de día 20 de marzo. Biel Julià, el relojero municipal, será el encargado de llevar a cabo esta intervención.

Figuera

Imagen: Ayuntamiento de Palma.

Esta intervención forma parte de las tareas de mantenimiento correctivo programadas y supondrá una mejora para el reloj del Ayuntamiento.

Concretamente, se sustituirán los motores actuales por unos de nueces, ya que los actuales tienen una antigüedad superior a los sesenta años. Para poder hacerlo se construirán unas platinas nuevas que permitan adaptar los nuevos motores al antiguo mecanismo.

Por otro lado, se sustituirá por completo el sistema de electrificación actual. Hoy en día el reloj todavía funciona con corriente de 125 voltios de potencia; esta se subirá a los 220 voltios.

El relojero encargado del mantenimiento preventivo y correctivo del reloj de la fachada del Ayuntamiento así como del resto de relojes de cuerda de propiedad municipal, Biel Julià, será el encargado de acometer esta reparación.

Historia d’en Figuera

Su historia se remonta al año 1386 cuando el Gran i General Consell compró a los dominicos una torre en la calle Victòria donde instalaron un reloj con campana de 1.880 kilos obra del platero Pere Joan Figuera. Esta torre era conocida como “Torre de las Horas o d’en Figuera”. Fue uno de los primeros relojes de torre de España. En el año 1660 la campana se refundió para obtener la campana actual con un peso de 1.843 kilos. La torre fue malograda por una manga de agua y fue destruida, trasladando en 1848 el reloj y la campana al actual edificio de Cort. En el año 1863 se sustituyó el reloj por uno nuevo de la casa Collin. La instalación fue dirigida por el relojero Juan Vicat. En 1964 fue restaurado y posteriormente electrificado por relojero municipal Fernando Fernández. El reloj y su campana forman parte de la historia de la ciudad.