Un total de 1,7 millones de cruceristas pasaron por los puertos de interés general de Baleares en 2022, lo que supone un 35 % menos que los registrados antes de la pandemia, en 2019. Si se compara con los datos de 2021, año en que la actividad se reactivó en junio, la cifra se quintuplica.

Los números de buques que atracaron en los puertos de las islas también desciende. En 2022, 715 cruceros hicieron escala en el archipiélago, lo que representa un 12,8 % menos que en 2019 y 3 veces más que en 2021.

La limitación de los cruceros en Baleares en diciembre de 2021 podría explicar este descenso. En diciembre de 2021 el Ejecutivo autonómico y las principales navieras llegaron a un acuerdo para establecer un tope de 3 cruceros diarios en Palma hasta 2026 y que solo uno de estos pudiera superar los 5.000 pasajeros. En esos momentos se previno que la ciudad recibiría un 14,5 % de escalas menos que en 2019, una estimación que casi se ha cumplido.

Esta medida, pionera en España y que persigue minimizar la masificación y reducir la huella medioambiental, no ha estado exenta de polémica. Hace unos meses, Pimeco, Afedeco, la Asociación de Mayoristas y Comercios Turísticos (Amictur) y Restauración CAEB calificaban la medida de “temeraria” y argumentaban que se estaba “demonizando” un medio de transporte que “fomenta el turismo de calidad y es desestacionalizador”.