Tras semanas de polémica, el Govern ha conseguido llegar a un acuerdo para que Baleares exija el requisito del catalán en el 80% de las plazas que se ofertan en el proceso de estabilización de médicos y enfermeras

En 2018, el Govern aprobó un decreto por el que daba dos años a los trabajadores de la sanidad para adquirir los conocimientos básicos de catalán. El sindicato CSIF recurrió el decreto por considerar que vulneraba la igualdad en el acceso al empleo público. Finalmente, tanto el Tribunal Superior de Baleares como el Supremo, anularon el decreto del Govern y el catalán dejó de exigirse.

El Govern lanzó el proceso de estabilización de estas plazas de médicos y enfermeras sin esta exigencia, alegando que un elevado porcentaje de estas era para cubrir puestos con una falta crónica y acuciante de personal.

El IBSalut ha analizado las 6.000 solicitudes presentadas por los profesionales de enfermería y medicina y ha comprobado que en la mayor parte de las categorías había aspirantes suficientes con el conocimiento de catalán exigido. De hecho, se ha revisado el listado de categorías en las que hay falta de personal y la lista se ha reducido de 50 especialidades a 15. En estas categorías deficitarias de personal no se exigirá el conocimiento de la lengua. El Govern asegura que el personal tendrá la obligación de conocer las dos lenguas oficiales, algo que se garantizará a través del acompañamiento lingüístico.

Aquellos que accedan al resto de plazas que no son deficitarias dispondrán de dos años para demostrar que cuentan con la titulación de catalán exigida para su puesto. Así es como se hace en los procesos de estabilización que no afectan a médicos y enfermeras.