Nació en 2007 con la idea de observar el paisaje y su evolución a raíz de la reedición del libro “Botigues de Palma”. Se trataba de una obra de fotografías de establecimientos comerciales de la Palma de principios de los 80. Fue entonces cuando “decidimos mostrar los cambios que el paso del tiempo imprime sobre esos elementos del paisaje cotidiano añadiendo una fotografía actualizada de los mismos”, explica Jaume Gual Carbonell, uno de los coordinadores del Observatori Fotogràfic del Paisatge de les Illes Balears (OFP). “El libro se agotó y la exposición que lo acompañó, en el Museu de Mallorca, tuvo muy buena acogida por parte del público”.
Desde entonces, este Observatorio Fotográfico del Paisaje, enmarcado en el Grupo de Investigación ‘Patrimonio audiovisual, mass media e ilustración’, de la UIB, se ha erigido como testigo del paso del tiempo en las islas. “Nos dimos cuenta de la importancia que para la gente tienen los espacios en los que ha vivido. Eso nos hizo reflexionar sobre la oportunidad y la necesidad de documentar, de fotografiar, nuestro entorno de una manera pautada y con rigor”, explica Gual.
Nos dimos cuenta de la importancia que para la gente tienen los espacios en los que ha vivido
Registros desde el siglo XIX
¿A qué año se remonta el archivo del OFP? Jaume Gual nos cuenta que tienen pinturas digitalizadas “de principios del siglo XIX, como la vista de Palma de Bartomeu Sureda Miserol (Museu de Lluc), una litografía del Port d’Eivissa de 1867 (Die Balearen, Biblioteca March) o una foto del Port de Ciutadella de 1888. Contamos con una buena colección de imágenes del Fons Bartomeu Reus que abarca un periodo entre 1900 y 1940. Hemos digitalizado varias colecciones particulares de postales (que van desde 1900 a 1970) y que también hemos subido a la web… A eso hay que añadir las imágenes actuales”.
En la web del OFP, que menciona Gual, destacan tres tipos de imágenes o proyectos: refotografía, fotografía comparativa y fondo documental del territorio, tres de los ámbitos de trabajo del Observatorio. “Del fondo se nutren los otros. Es un cajón de sastre en el que caben todas las imágenes de paisaje a las que tenemos acceso. Ahí se documentan y se suben a la web. La fotografía comparativa es aquella que hacemos a partir de una imagen antigua y que sirve para ver cambios y permanencias en el paisaje. La refotografía vendría a ser lo mismo que la comparativa, pero utilizamos este término para referirnos a la repetición pautada, a lo largo del tiempo, de la fotografía de un mismo paisaje.”.
La fotografía comparativa es aquella que hacemos a partir de una imagen antigua y que sirve para ver cambios y permanencias en el paisaje.
Comparar imágenes antiguas y actuales de un mismo lugar ofrece, con el paso de los años, “una visión estroboscópica del mismo lugar, nos muestra cómo se suceden los cambios a través del tiempo en el territorio. En realidad, refotografiar es volver a fotografiar, hacer una comparativa, pero nosotros le damos ese sentido de seguir fotografiando cada cierto tiempo para tener esa secuencia de imágenes que abarque un período más o menos largo. Eso podría aplicarse a proyectos concretos de seguimiento de la evolución de determinadas zonas que en un momento dado quisiéramos tener monitorizadas”.
Evolución del paisaje en la isla
La llegada a Mallorca del turismo de masas es uno de los hitos que marcaron el cambio en el paisaje de la isla, a partir de los años 50-60. “Provocó una transformación radical en el paisaje en todos los sentidos”, apunta Gual, quien añade que “aumentó la superficie urbanizada, aparecieron numerosos núcleos dedicados a la explotación turística, se crearon nuevas infraestructuras (puertos, aeropuertos, autopistas, polígonos industriales…) necesarias para asegurar el crecimiento del nuevo sector económico”.
“El paisaje es el reflejo del trabajo de una sociedad sobre un medio, sobre un territorio. Hace 100 años la economía estaba basada en la agricultura y la industria. Hoy estos sectores apenas tienen importancia si los comparamos con el sector servicios. Eso tiene su repercusión directa en el paisaje”, sentencia el coordinador del Observatorio Fotográfico del Paisaje.
“Extraordinaria” transformación de Palma
Y dentro de toda esta transformación, ¿cuáles son los lugares de la isla que más han cambiado? “Lo ha hecho de forma radical una parte importante de la costa. También la mayoría de núcleos de población, aunque la transformación de Palma, como centro de intercambio, mercancías, pasajeros, etc. ha sido extraordinaria. En todo caso el cambio ha sido global puesto que todo el espacio insular, esté o no urbanizado, está sometido a la presión que implica la explotación turística”.
Según asegura el coordinador del Observatorio Fotográfico del Paisaje de las Islas Baleares, este ‘testigo del paso del tiempo’ solo recopila información gráfica “de cómo era y cómo es el paisaje” y no entra tanto en establecer conclusiones. “Esa información se podrá utilizar por parte de educadores, investigadores, medios de comunicación, etc. como base para su trabajo. Y será una referencia para políticos a la hora de tomar decisiones sobre el territorio”. Lo que es seguro, finaliza Gual, “es que el conocimiento del paisaje que teníamos y el que tenemos nos invita a la reflexión sobre qué paisaje queremos para el futuro. Creo que esta es nuestra aportación”.
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