Así lo recoge un estudio elaborado por expertos de la UIB que alerta de las consecuencias sexuales y psicológicas que puede tener esta práctica

El 90% de los jóvenes y adolescentes de Baleares consume porno en internet. Un 20% se identifica con un consumo problemático (pasan más horas de las que quieren) y un 76,2% prefieren los videos más duros o con violencia. Son los datos que recoge l ’Estudi sobre pornografia a les Balears: accés i impacte sobre l’adolescència, dret internacional i nacional aplicable i solucions tecnològiques de control i bloqueig’. El Govern ha encargado este estudio a un equipo multidisciplinar de la UIB.

El estudio advierte que, a largo plazo, el consumo entre adolescentes y jóvenes puede causar problemas de salud mental y para relacionarse sexual y afectivamente. 24 profesionales han llevado a cabo un total de cuatro estudios complementarios.

En el primero, se ha encuestado a 3.629 jóvenes entre 13 y 18 años. Por otra parte, un total de 2.692 familias han participado en la segunda encuesta. La tercera parte ha contado con grupos de discusión con jóvenes y, finalmente, se ha consultado a 32 expertos del mundo universitario y de la investigación.

Acceso precoz

El 76 % de los jóvenes y adolescentes encuestados acceden a internet a edades muy tempranas, antes de los 12 años, mientras que un 20% lo hace antes de los 14 años. El acceso precoz es igual entre los dos géneros ya que la pornografía se ha constituido como un proceso habitual en su uso y cultural.

El doctor en Sociología de la UIB, Lluís Ballester, es uno de los responsables del estudio junto a la directora y profesora de Derecho Internacional de la UIB, Valentina Milano.

El 34,3% de jóvenes mira más de tres horas porno frente a un 2,6% de las mujeres. Un 31% del conjunto de la muestra está más de cinco horas semanales, básicamente chicos.

Porno para aprender sobre sexualidad

El 54% de estos encuestados ve porno para satisfacer su curiosidad, pero un 39,8% lo hace para aprender sobre sexualidad. Así, la pornografía es la principal fuente de aprendizaje para ellos, han explicado los investigadores.

Sin embargo, de las más de 2.600 familias que han participado en la muestra, sólo un 20% reconoce que su hijo o hija frecuenta esta industria a través de internet.

 

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