Una vez que se analice el impacto de la apertura de fronteras con China en la incidencia del coronavirus en España, el Gobierno ha anunciado que las mascarillas se retirarán “de forma inmediata” del transporte público. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha manifestado que se “han dado distintos pasos” hasta “recuperar la normalidad”.
Las reacciones de los usuarios de la EMT de Palma no se han hecho esperar. “Me parece lo correcto a estas alturas de la pandemia. La mayoría de gente ya no sale de casa con mascarilla y esto hace que no puedan usar el transporte público. Con todo lo que se ha invertido en mascarillas, deberían ser gratis allá donde sean necesarias, como pueden ser los hospitales”, ha manifestado un usuario de las líneas 20 y 4. Alejandro, que suele coger la 35, considera que “no era lógico que en sitios donde se junta mucha gente como bares, discotecas no fuese obligatoria y en el transporte público sí”.
Otro joven, usuario esporádico de la línea 3, aplaude la medida y hace un llamamiento al sentido común: “Me parece acertada ya que en muchas ciudades europeas hace tiempo que las han quitado. Creo que aun así, la gente tiene que ser consciente de que si se encuentra mal y utiliza el transporte público, la tenga que seguir llevando para proteger a los demás. Es ya es una responsabilidad individual por un bien común. Creo que estos años de pandemia nos han enseñado mucho”.
Por su parte, María, que acostumbra a subirse al bus que llega hasta Son Gotleu, se muestra indecisa: “Cuando dejaron de ser obligatorias en supermercados, colegios, etc. no veía lógico que en el autobús fuera obligatorio. Pero ahora sinceramente me da un poco de miedo porque en el bus la gente está muy próxima a ti, casi siempre van muy completos y si quitan las mascarillas, no será obligatorio abrir las ventanas. Imagínate… con la calefacción y la gente estornudando, tosiendo… Ahora soy más consciente de todos los virus. Yo voy a seguir llevándola porque es un sitio muy cerrado y con mucha gente muy cerca”.
Alberto, vecino de Son Espanyolet, considera que hace tiempo que debería haberse quitado porque “solo afecta a la gente pobre y en ningún otro sitio se demanda. Entiendo que deba mantenerse en hospitales y centros de salud”, añade. En el barrio colindante de Son Dameto, Victoria apoya la medida también: En espacios como el autobús y el avión la opción de la mascarilla debería ser voluntaria porque realmente es algo que no se está cumpliendo. Mucha gente lleva la mascarilla por debajo de la nariz, incluso por debajo de la boca. En espacios públicos se debería proporcionar mascarillas de forma gratuita”, resalta.
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