El clima se calienta y los eventos de calor extremo se vuelven cada vez más comunes en todo el mundo. Sin embargo, las ciudades, especialmente en el sur global, están luchando por adaptarse a estas condiciones, ya que sus infraestructuras no están diseñadas para contrarrestar los altos niveles de temperatura. En este contexto, la humedad juega un papel crucial, exacerbando los efectos del calor y generando riesgos para la salud de los habitantes.
Palma enfrenta estos desafíos de manera única. Aunque goza de un clima templado constante con unos 300 días de sol al año, la ciudad se ve afectada por la humedad, especialmente durante los meses de verano. Según un estudio elaborado por HouseFresh, la capital de Mallorca es la ciudad más húmeda de Europa con 116,8 días de humedad incómoda al año. Un fenómeno que sigue siendo un factor importante en la calidad de vida de sus residentes. Eso sí, Palma y Europa en general están lejos de los datos de otras ciudades como Honolulu (Hawái), la ciudad más húmeda de Estados Unidos, con 337.1 días incómodamente húmedos al año. O de Singapur, Macapá (Brasil) y Cartagena (Colombia), que se encuentran entre las ciudades globales más húmedas, con 365 días incómodamente húmedos al año.
Según el Foro Económico Mundial, se prevé que el porcentaje de la población mundial que vive en ciudades aumente al 80% para 2050, lo que resalta la urgencia de tomar medidas para mitigar los efectos del calor y la humedad en los entornos urbanos.
España e Italia, países más húmedos de Europa
El estudio revela que en Europa el nivel de humedad entre las ciudades principales más húmedas es menor que en cualquier otro continente. Nueve de las diez ciudades principales están en España o Italia, donde el clima y la humedad del Mediterráneo se combinan para mantener las sensación pegajosa durante los meses de verano.
El sur de Europa también siente los efectos secundarios de los eventos climáticos africanos, lo que influye al situar a Palma como la ciudad más húmeda de Europa. “La burbuja de aire caliente que se ha inflado sobre el sur de Europa ha convertido a Italia y a los países vecinos en un horno gigante de pizza”, explicó Hannah Cloke, científica del clima de la Universidad de Reading, durante la ola de calor europea el verano pasado. “El aire caliente, que ingresó desde África, ahora se está quedando con condiciones de alta presión establecidas, lo que significa que el calor en el mar cálido, la tierra y el aire continúa acumulándose”.
Los efectos de la alta humedad en nuestra salud
Además de la sensación de estar pegajosos e incómodos, los niveles altos de humedad pueden tener varios efectos en la salud humana. Esto es especialmente cierto para las personas mayores, aquellos con condiciones médicas preexistentes y aquellos que están medicados, aunque las personas jóvenes y sanas también son vulnerables a la humedad severa y continua. Expertos como Colin Raymond, científico del clima de la NASA, advierten sobre los riesgos asociados con las altas temperaturas y la humedad. En regiones húmedas, las temperaturas elevadas pueden volverse especialmente peligrosas, afectando la capacidad del cuerpo para regular su temperatura y aumentando el riesgo de golpes de calor y otros problemas de salud.
Los efectos de los niveles peligrosos de humedad incluyen:
- Dificultad para regular la temperatura corporal: La humedad puede ralentizar la evaporación del sudor, de modo que el cuerpo no se enfría, lo que puede llevar a un golpe de calor.
- Problemas de la piel: El sudor atrapado puede causar sarpullido por calor y empeorar condiciones existentes como la dermatitis.
- Problemas respiratorios: El aumento de la humedad en el aire puede hacer que las vías respiratorias del cuerpo se estrechen, empeorando los síntomas del asma y otros problemas respiratorios.
- Agravamiento de problemas cardíacos: La humedad aumenta el flujo sanguíneo a la piel, ejerciendo una presión adicional sobre el corazón y el sistema circulatorio. Los daños preexistentes por un ataque cardíaco pueden dificultar que su corazón pueda seguir el ritmo de las demandas.
En respuesta a estos desafíos, se hace hincapié en la importancia de la conciencia pública y la adopción de medidas preventivas. Organizaciones como HouseFresh han identificado las ciudades más húmedas del mundo y han destacado la necesidad de adaptar las infraestructuras urbanas y promover prácticas que ayuden a mitigar los efectos del calor y la humedad.
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