Arte, arquitectura, naturaleza y paz conviven en el Museo Sa Bassa Blanca, en Alcúdia. Ocupa 16 hectáreas de zona verde y alberga dos galerías de arte (Nins y Sokrates) subterráneas. Sobre ellas, destaca su extenso parque de esculturas y jardines.
El Museo Sa Bassa Blanca sobresale por la gran variedad de su colección. Alberga las obras de los propios artistas y fundadores Ben Jakober y Yannick Vu, fuertemente inspiradas por los artistas expuestos, que incluyen amigos y dieron sus obras al fondo del museo. Las galerías que albergan la extensa obra traída de todo el mundo, desde el norte de América hasta el sur de África y desde el Pleistoceno hasta la actualidad, se ubicaron en el subsuelo para aprovechar la construcción existente y respetar el paisaje natural.
El museo Sa Bassa Blanca tiene un especial enfoque en los niños. Se intenta hacer un aporte a su educación cultivando en ellos el deseo de acudir a los museos e inspirarlos a crear por sí mismos.
Especial valor arquitectónico
El edificio que alberga el museo fue diseñado por Hassan Fathy (El Cairo, 1900-1989). Una construcción hispano-morisca que él denominó “ribat” (edificio fortificado), conservando solo las paredes exteriores del casón agrícola preexistente. Muros blancos, bóvedas y cúpulas tradicionales coronan las terrazas del edificio que rodean un patio interior con jardines y fuentes. Las puertas y baldosas de los suelos son antiguos elementos traídos de Andalucía, el norte de España y Marruecos. El Museo Sa Bassa Blanca alberga también en una de sus salas un maravilloso artesonado mudéjar de 1498 declarado Bien de Interés Cultural del Patrimonio de las Islas Baleares.
Una inmersión en el arte en tiempos de crisis cuyos horarios puedes consultar en su propia página web.
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