Hoy se conmemoran 50 años del Día de la Tierra y el cuarto aniversario de la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático. La actual pandemia de COVID-19 es un claro recordatorio de nuestra vulnerabilidad y del planeta frente a amenazas de magnitud global. Estos días, desde la ciudad hindú de Jalandhar, a unos 200 kilómetros del Himalaya, se pueden ver por primera vez en décadas las montañas en el horizonte con total claridad.
Como en la India, también en todo el planeta, durante estas semanas de confinamiento hay alguien que ha salido beneficiado: el Medio Ambiente.
La casi total desaparición del tráfico aéreo ha dejado en las islas un cielo limpio, libre de ruidos y de estelas de motores.
La reducción del ruido en las ciudades nos permite ahora escuchar el trino de los pájaros.
El descenso de las actividades náuticas y deportivas ha traído consigo aguas aún más cristalinas. También ha permitido a multitud de especies acercarse a nuestras costas.
Las especies vegetales y animales de la Serra de la Tramontana, Patrimonio de la Humanidad, están disfrutando de una libertad plena y sin condiciones.
La ausencia de bañistas está dejando unas playas limpias, en estado natural y libres de residuos.
Mallorca está ahora más bonita que nunca. Ojalá sepamos valorarlo y que esta situación sea un punto de partida para que podamos cuidar mucho más nuestras islas. Ahora más que nunca, tendremos la oportunidad de descubrir Mallorca tal y como la soñamos.
Por: Irene Viseras
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