UIB

La Universitat de les Illes Balears (UIB) ingresa en el top 10 de universidades públicas con mayor porcentaje de profesorado precario según un estudio de la Universidad de Granada

Virginia Servera

La idea casi poética de la figura del profesor universitario, a quien se le presupone una posición social elevada, se desvanece. Una investigación reciente de la Universidad de Granada advierte de la extensión de la precarización en las plantillas docentes de las universidades públicas españolas, sobre todo a partir de este siglo. 

La Ley Orgánica de Universidades de 2001 (LOU) y su posterior reforma en 2007 (LOMLOU), abrieron la puerta, según el estudio, a la consolidación de figuras temporales de entrada a la carrera docente, como el profesorado asociado y los sustitutos de interino, además de impulsar la desfuncionarización. Esto, unido a un contexto de crisis económica, que trajo consigo un recorte a la mitad del gasto público de universidades y tasas de reposición del 0 %, explicaría que en los últimos años la precariedad se haya propagado en muchas universidades, dando lugar a un modelo que los autores del informe califican de low cost, con salarios bajos, elevada temporalidad, dificultades para alcanzar la estabilización y un retraso en la incorporación a la carrera docente que repercute en el envejecimiento del personal.

 

La UIB despunta en precariedad

En la Universitat de les Illes Balears (UIB) el porcentaje de profesores asociados se ha ido incrementando hasta alcanzar el 50,55 % de la plantilla, una cifra muy por encima de la media nacional (32,99 %), según la Estadística de Personal de las Universidades (EPU). La investigación coloca a la máxima institución educativa de las Islas en el octavo puesto del ranking de universidades que más recurren a la contratación de figuras precarias para reducir costes. 

Para corregir dicha situación, que desde la UIB atribuyen a “la falta de financiación y las limitaciones de la tasa de reposición”, el vicerrector de Personal Docente e Investigador de la Universitat de les Illes Balears, Antoni Bordoy, asegura que “se ha iniciado un proceso que concluirá en enero de 2024 y permitirá estabilizar 117 plazas de personal temporal e interino”. Además, gracias a las inyecciones gubernamentales y la unificación de dotaciones económicas,  se crearán en torno a 90 plazas nuevas a tiempo completo, adelanta. Con Con estas acciones, se espera que “para finales de 2023, el cómputo de horas impartidas por Personal Docente e Investigador (PDI) asociado haya descendido hasta el 42,87 %”, augura. Asimismo, “el equipo de gobierno ha presentado al Govern un programa para reducir el porcentaje de PDI asociado al 35 % en tres años”, concluye.

 

Falsos asociados y resignación 

“Que haya porcentajes tan altos de profesorado asociado hace sospechar de la existencia de falsos asociados, es decir, docentes que no tienen una actividad laboral fuera de la universidad”, advierte José Manuel Torrado, coautor del estudio.

Preguntado por las escasas movilizaciones entre los docentes afectados, Torrado apela a la lógica de contratación: “No se hace mucho ruido porque quieren fraguarse buenas relaciones con las comisiones de contratación, que están formadas por miembros permanentes del propio departamento. Muchas veces el hecho de haber planteado resistencias se puede tomar como un ataque a la propia institución y eso minar las posibilidades de consolidarte como profesor”, denuncia.