Después de dos meses consecutivos de descenso, el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha aumentado un 0,1% en julio y se coloca en el 2,3%, lo que supone un incremento de cuatro décimas de la tasa interanual.
El Instituto Nacional de Estadística, que ha hecho públicos los datos este viernes, atribuye este comportamiento a la subida de los precios de los carburantes y los paquetes turísticos. Además, ha matizado que los precios del vestido y el calzado no han bajado igual que lo hicieron en julio de 2022. En cambio, la electricidad y el gas sí han experimentado un descenso en comparación con el mismo mes del año pasado.
El INE también apunta a una subida de la inflación subyacente –excluye los productos más volátiles como los alimentos no elaborados, la energía y los combustibles–, que en julio ha alcanzado el 6,2%, tres décimas más que el mes anterior y casi 4 puntos más que el IPC general.
Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos en funciones, ha hecho una primera valoración del anticipo de los datos del IPC apuntando a “una progresiva estabilización de los precios” y aludiendo a la gestión del Gobierno: “Nuestra política económica funciona, como demuestra el fuerte crecimiento, la creación de empleo y la estabilidad de los precios que contrasta con la situación de los países de nuestro entorno en beneficio de las empresas y familias españolas”, ha añadido.
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