Las Illes Balears es una de las comunidades autónomas que lideran las clasificaciones de ingresos por el turismo del golf, y gran parte de este liderazgo no corresponde al gasto en los propios campos de golf sino a la capacidad de importación de capital extranjero que supone esta industria, un total de 1.350 millones de euros, que corresponde al 10,5% de lo que genera este deporte en todo el país.
Alrededor de 22.300 turistas de golf son propietarios de una segunda residencia en las islas, lo que multiplica los beneficios para la economía a través de la inversión de capital extranjero en el sector inmobiliario que asciende a 5.000 millones de euros.
Estas son las principales conclusiones del estudio independiente sobre el impacto económico del turismo de golf, realizado por el IE University con la colaboración de la Asociación Española de Campos de Golf (AECG) y la Real Federación Española de Golf (RFEG), que se ha presentado en la puesta de gala de la final del Challenge Tour “Road to Mallorca”.
Pero más allá de su papel como catalizador económico, el golf balear también es un importante generador de empleo en el total de España. Genera alrededor de 13.000 puestos de trabajo anuales tras sumar los producidos directa e indirectamente por los campos de golf y los que corresponden al turismo de golf, que suponen un total de 11.750 empleos, directos, indirectos e inducidos. Una industria que puede resultar fundamental para ayudar a la recuperación de la economía tras la pandemia de la Covid-19.
“El golf tiene una larga tradición en España y es un activo que es vital defender, no sólo por razones deportivas, sino por el impacto económico, por el empleo que genera, por la salud que aporta a quienes lo practican y porque es una actividad idónea en tiempos en los que se prima la distancia social. Los últimos meses han sido duros para la práctica del golf en Baleares, sin embargo, los resultados de este estudio enfatizan la importancia que tiene que las administraciones públicas sigan apostando por un deporte que crea un ecosistema económico que trae tantos beneficios para la economía y la sociedad balear”, ha señalado Gonzaga Escauriaza, presidente de la RFEG.
Datos que marcan el liderazgo
El estudio también ofrece otros datos clave sobre el impacto económico del golf para la economía balear:
. Los turistas del golf gastan en las Islas Baleares más de 500 millones de euros al año, una vez excluido el gasto realizado en los propios campos de golf
. 7 de 8 euros del gasto del turista del golf benefician a otros proveedores de servicios y subsectores turísticos, evidenciando su potencial cómo catalizador de la actividad económica.
. El golf incrementa la calidad del empleo puesto que el 95% de los contratos en los campos de golf son indefinidos y el 94% a jornada completa
. El golf atrae inversión internacional en segundas residencias, alcanzando un valor total de 5.000 millones de euros
Por su parte, el presidente de la Federación Balear de Golf, Bernardino Jaume, subrayó la importancia de que se lleven a cabo estudios como el de IE University. “Solo desde la rigurosidad de los datos podremos tomar decisiones correctas de cara al futuro. Y también porque solo desde esos datos podremos reivindicar la importancia del golf para nuestra sociedad desde un punto de vista económico. Es imprescindible que tras nuestra pasión por este deporte tengamos una gestión profesional, rigurosa y efectiva que ayude también a que desde las Administraciones y las empresas se apueste por el golf”, consideró.
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