El operativo de seguridad que dispuso el Govern balear para Nochevieja y Año Nuevo se salda con 22 infracciones, 34 visitas y 14 inspecciones. En concreto, el dispositivo se centró en comprobar el cumplimiento de la normativa de la COVID-19 vigente y confirmar que los locales que habían anunciado que no harían fiestas estuvieran cerrados.
Del conjunto de actas extendidas, 13 fueron de la Policía Local de Palma y 9 del Govern, 3 conjuntas con la Guardia Civil y la Policía Local de Alcúdia. Todas por infracciones leves como, por ejemplo, la mala señalización de la capacidad, la carencia de distancias o las mascarillas mal colocadas, pero con la voluntad de los establecimientos de hacer cumplir las normas.
La Consejería de Presidencia, Función Pública e Igualdad destacó la normalidad de un inicio de año en que los incidentes más relevantes fueron el cierre de dos locales y la paralización de una fiesta ilegal por parte de la Policía Local de Palma.
El Govern, por su parte, destacó el efecto preventivo del dispositivo especial de seguridad, el cual ha supuesto que durante la última semana se hayan ido cancelando prácticamente todas las fiestas previstas con una gran concentración de personas, las cuales suponían más riesgo para la salud de la ciudadanía.
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