Dar el sí quiero en Mallorca está de moda. Las wedding planners tienen 2024 prácticamente cerrado y comienzan a recibir peticiones de parejas para celebrar su boda en 2025. “Desde 2018 hay un boom, la isla se ha convertido en uno de los principales destinos de bodas de lujo de Europa y, ahora, del mundo”, asegura Marián Darder, fundadora de Pasión Eventos, con más de 200 bodas a sus espaldas.
Las redes sociales y la democratización de los viajes han normalizado que la gente quiera casarse en ubicaciones idílicas lejos de su ciudad de origen. “Los americanos se han vuelto locos con Mallorca, les encanta lo auténtico, lo local y el lujo relajado, que se suma a nuestro clima y a nuestra rica gastronomía”, explica Darder. Y es que, a pesar de que Mallorca sea un lugar caro, “más caro es Nueva York”. La organizadora de bodas destaca además las buenas conexiones aéreas: “Son personas que tienen amigos por todo el mundo, con invitados que vienen de Australia, Dubái, China, Londres… y Mallorca es un gran punto de encuentro”.
Alto poder adquisitivo
El alcance de cada boda va mucho más allá de la propia celebración. “Es un turismo con un alto poder adquisitivo. Vienen mínimo 4 días, a veces más de una semana, y gastan en restaurantes, ropa… Son proyectos muy grandes en los que pueden llegar a estar implicadas hasta 70 personas entre músicos, catering, fotografía, maquillaje, etc.”, puntualiza.
Patricia Mulet, fundadora de Ritual Mallorca, constata que casarse en Mallorca “es una moda absoluta. Antes, el gremio de organizadores de bodas era muy pequeño, pero ahora sustenta mucho a la isla, mueve mucho dinero”. Después de 14 años en el sector, asegura que hoy “Mallorca es tendencia en todo el mundo. Nos llegan peticiones de Sudáfrica, Canadá, Argentina… Tenemos todo cerrado para 2024 y ya comenzamos a recibir peticiones para 2025”. Parejas de Filipinas, Gales, Missouri, Puerto Rico o India darán el sí quiero bajo su organización el próximo verano y “la gran mayoría serán bodas de tres días”.
Mar y montaña
Las dos wedding planners afirman que las parejas vienen buscando casarse junto al mar, sin embargo “no es tan fácil, no hay tantos lugares”. Una de las localizaciones más demandas es Sa Fortalesa, en Pollença, pero alquilarla supera los 100.000 euros. “Entonces optan por sitios en la Tramuntana, que es maravillosa, y los días anteriores o posteriores celebran eventos en beach clubs o junto al mar”, apunta la CEO de Pasión Eventos.
“Ni lo más caro es lo mejor ni lo más barato lo peor”, explica la directora de Ritual Mallorca, “cada pareja tiene una sinergia diferente con cada espacio y ahora te puedes casar en cualquier rincón que tú consideres que es romántico. La última boda que tuvimos fue en unas bodegas rodeadas de viñedos y fue preciosa, hasta los fotógrafos estaban sorprendidos de la belleza del lugar, y el alquiler costó 3.500 euros”. El año que viene, le han pedido celebrar un enlace en la cima de una montaña. “Como en todo, hay rangos, no es lo mismo una boda de 20 invitados que de casi 400, ni un presupuesto de 20.000 euros que uno de 200.000”, matiza, pero “las vibraciones que tiene Mallorca ellos no las tienen”.
El boom de Mallorca como destination wedding “pasará igual que pasó el de casarse en Las Vegas, pero seguiremos teniendo bodas”, augura Mulet.
Las bodas religiosas, en declive
“En los últimos años han bajado mucho las ceremonias religiosas”, afirma Marián Darder, que se limitan más a nacionales y latinoamericanos de alto poder adquisitivo. Según los datos del IBESTAT, en 2010 las bodas religiosas supusieron el 26,87% del total (894 de las 3327 celebradas en Mallorca) mientras que en 2021 solo representaron el 8,45% (287 de 3394).
💡 Reportaje incluido en la revista Mallorca Global Mag, edición otoño-invierno 2023-2024.
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