BBVA prevé un crecimiento de la economía balear del 3,1% para este año. El banco advierte de la posibilidad de una desaceleración en el turismo

El BBVA prevé un crecimiento de la economía balear del 3,1% en 2023. Un pronóstico del departamento de estudios económicos del banco que permitiría a la comunidad doblar el crecimiento previsto para la economía española, como ya ocurrió en 2022. Según la entidad, además se crearán unos 39.000 empleos en dos años.

El PIB es el más alto de todas las comunidades autónomas

El departamento de estudios económicos del banco ha revisado al alza el crecimiento del PIB del pasado 2022 situándolo como el mayor de todas las comunidades autónomas con un 10,7%. De hecho, el archipiélago ha sido la única región española que ha crecido por encima del 10% en los dos últimos años. A pesar de que se ha constatado una desaceleración del crecimiento en el segundo semestre del año pasado, se seguirá en una senda ascendente de alrededor del 3% para este año, que bajaría a un 2% en los siguientes ejercicios.

 

Cala Deiá

Cala Deiá. Foto: Jaume Capellà (Arxiu AETIB).

Buenas perspectivas económicas pero con riesgos

A pesar de las buenas perspectivas económicas,  BBVA advierte de una serie de riesgos que tiene que tener en cuenta la economía balear. Además de la inflación, se tiene que contemplar la bajada del poder adquisitivo de las familias que puede acelerar los procesos de desinversión. También prevé una posible desaceleración en el sector turístico.

Ralentización en la compra de vivienda

El economista jefe de BBVA Research, Daniel Cardoso, también ha hablado de una ralentización en la compra de vivienda. De hecho, se ha referido a las dificultades a la hora de acceder al mercado inmobiliario y ha defendido la necesidad de que Baleares promueva un gran pacto por la vivienda asequible que permita atraer capital humano.

Cardoso aboga por promover un censo en el que se incluyan todas las viviendas sin utilizar que hay en la comunidad. Aunque, según Cardoso, las viviendas en manos de los bancos no están en lugares donde la gente quiera vivir. Para el economista, antes de intentar un cambio legislativo para prohibir la compra de vivienda a extranjeros es mucho más factible gravar con impuestos las segundas residencias.