Las Illes Balears celebrarán durante el año que viene una asamblea ciudadana por el clima para debatir el impacto de la crisis climática, potenciar la participación ciudadana en el proceso político y encontrar soluciones conjuntas ante las consecuencias del cambio climático en el archipiélago.
La iniciativa nace del Laboratorio Interdisciplinario sobre Cambio Climático de la Universitat de les Illes Balears, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha anunciado el apoyo del Govern a la celebración de la asamblea, después de una reunión en el Consolat de Mar con representantes del grupo de investigación de la UIB.
Será la primera asamblea ciudadana que se lleve a cabo en el ámbito autonómico, y sus propuestas serán complementarias a las obtenidas a través de la asamblea estatal impulsada por el Ministerio de Transición Ecológica, que celebró su primera sesión el fin de semana pasado.
El objetivo de la asamblea es responder a la pregunta “¿qué tenemos que hacer en las Illes Balears antes del 2030 para afrontar la emergencia climática de manera efectiva y socialmente justa?” mediante sesiones en las que representantes de la ciudadanía y expertos debatirán temas como la movilidad, los ecosistemas marinos y terrestres o la energía. A pesar de que sus decisiones no serán vinculantes, los consensos obtenidos se elevarán a las instituciones competentes en la materia.
La presidenta Armengol, después de la reunión, ha destacado «la posición institucional tan amplia sobre la necesidad de desarrollar un planteamiento pedagógico» ante “el reto más importante que tenemos como sociedad, que es el cambio climático”. La presidenta ha recordado que “hace seis años que trabajamos en medidas» para paliar los efectos del cambio climático, pero «no se trata de una cuestión solo de ámbito político, sino un planteamiento de toda la sociedad, un proceso participativo que da un valor añadido propio de una democracia madura”.
Armengol ha valorado que la de las Balears sea “la primera experiencia autonómica” porque las Islas son “un territorio absolutamente idóneo para hacerlo”, puesto que “ha quedado más que probado que el Mediterráneo es una de las zonas más afectadas por los efectos del cambio climático”.
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