En pleno debate sobre si se debería limitar la compra de vivienda a los no residentes en las islas o a aquellas personas que lleven menos de cinco años viviendo en las islas para garantizar el acceso a la vivienda a los residentes en el archipiélago, el vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha hecho un llamamiento al Govern para que “presione” al Gobierno central con el fin de iniciar negociaciones con la Unión Europea que permitan limitar la compra de viviendas por parte de extranjeros. Incluso –ha añadido– es una cuestión “que se podría tratar en el próximo Consell de Govern”.
“Sería una paso definitivo para solucionar el problema de la vivienda”, ha sentenciado el conseller, que ha insistido en la posibilidad de ciertos territorios dentro de la Unión Europea para limitar la compra en un contexto de libre circulación. En Baleares, el precio medio de la vivienda hasta el tercer trimestre de 2022 ha experimentado un 13,1 % de subida acumulada y los residentes pagan de media por su hipoteca 1.157 €, una cifra “muy por encima de la media nacional”, según advierte Natalia Bueno, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las Islas Baleares
Canadá, “un ejemplo a seguir”
Para Negueruela, la medida aprobada por el gobierno canadiense con el objetivo de controlar los precios –en auge desde el inicio de la pandemia– en el país norteamericano, que prohibirá la compra de vivienda a los extranjeros no residentes en los próximos dos años, representa “un ejemplo a seguir”.
El Gobierno de Justin Trudeau achaca el incremento de los precios de la vivienda a las operaciones de compra de los extranjeros, que según sus estimaciones adquieren viviendas como forma de inversión, mientras algunos expertos dudan de la efectividad de la medida, ya que los extranjeros solo son propietarios del 5 % del parque de viviendas en Canadá.
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