Texto: Virginia Servera
Son muchas las medidas de seguridad que han tenido que incorporar los espacios escénicos de Mallorca para que podamos seguir disfrutando del teatro o la danza durante el invierno. Pese a que se ha reducido el aforo, se deja una butaca libre entre espectador y espectador y se vela por que la entrada y la salida se lleven a cabo de forma ordenada, el director del Teatre Principal, Josep Ramon Cerdà, confirma que el público “está respondiendo muy bien”.
El coronavirus no solo no ha mermado las ganas de ir al teatro sino que además ha forzado su reinvención. En el caso del Teatre Principal se ha hecho una apuesta fuerte por la transmisión en streaming con la creación de una plataforma propia de pago con la que consiguen que gente que está confinada, personas mayores u otros colectivos de riesgo que puedan tener cierto temor a ir a espectáculos públicos, tengan acceso directo a la programación del teatro y la cultura a precios reducidos. Esta nueva forma de consumo cultural, en palabras del director, “ha tenido muy buena acogida y ha supuesto un acercamiento a sectores que hasta ahora no habían tenido contacto con el teatro”.
Aunque el contexto no sea del todo favorable y la suspensión de la programación haya tenido un impacto en su actividad, el Teatro Principal en términos generales “vive un gran momento porque la programación que tenemos ahora mismo se puede comparar con la de los mejores teatros de España”, defiende Cerdà. Con una oferta de 90 títulos al año, que combina espectáculos de producción balear con presencia de compañías tanto españolas como internacionales, esta institución cultural pretende llegar a ser un gran centro de producción. Para esta temporada, tiene previsto coproducir 17 espectáculos y realizar 3 producciones propias. El Principal –concluye su director– debe convertirse también en “una fábrica de creación que dé juego a todo el sector de la música y artes escénicas”.
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