“Estábamos seguros de que si dábamos a las empresas unos claros pasos a seguir para luchar contra el cambio climático, las pymes lo harían”. Así lo afirma Marco Mendoza, CEO de Trueworld, la empresa que acaba de firmar un convenio con la patronal PIMEM para impulsar la descarbonización de las pequeñas y medianas empresas de Mallorca. En solo cuatro horas desde el anuncio del acuerdo el pasado martes 11 de octubre, la web del producto recibió más de 178 visitas. Y es que “el precio del kilovatio nos está enseñando que tenemos que adaptarnos”, apunta Mendoza, quien asegura que energía, agua y combustible son “el eje de casi toda la contaminación que produce el ser humano”. Por eso hay que fijar el foco en “cómo calentamos, cómo enfriamos, potenciar las energías de procedencia renovable e impulsar el consumo responsable de agua”.
TrueWorld pretende, una vez medida la huella, invitar tanto a empresas como a instituciones a tener un balance cero emisiones. “La clave es no consumir más recursos naturales de los necesarios ni por encima de la capacidad de carga que hoy día conocemos y podemos gestionar perfectamente”, matiza Mendoza
Compensar el impacto en Balears
Actualmente, los programas de compensación de huella de carbono estaban ligados a países en vías de desarrollo. “No puede ser que la compensación del impacto de las empresas baleares se destine a proyectos que no tienen muchas evidencias de su efectividad. Ha habido casos en los que se ha detectado que se ha ‘plantado’ el mismo árbol veinte veces”, alerta Mendoza. Por este motivo, y siguiendo el lema ‘Think global, act local’, “hemos registrado cinco proyectos para compensar la huella en Balears con el apoyo de Gold Standard y Verra. En Balears tenemos problemas en el medio marino, el Mediterráneo, así como en los bosques, etc., y son varias e importantes las organizaciones que cuentan con proyectos realmente ambiciosos, como la Fundación Marilles, Cleanwave o Save The Med”, apunta Mendoza.
Dos de estos proyectos están relacionados con áreas marinas protegidas, otro con la Serra de Tramuntana, un cuarto “muy específico” revertiría en Sa Duaia (Artà) y el más reciente estaría relacionado con los fondos LIFE de conservación de la naturaleza.
Para poder registrar estos proyectos, que podrían ser una realidad en los próximos meses, les han exigido dos condiciones: “Monitorización en tiempo real y uso de tecnología blockchain para asegurar su transparencia”, matiza el CEO de Trueworld, quien declara con orgullo ser proveedor de tecnología para Naciones Unidas o la Secretaría de Estado para el Turismo”.
Falta de voluntad en Balears
A pesar de estos logros, para Mendoza “es una pena que todo el apoyo lo hayamos tenido fuera de España. Tocamos puertas en Balears y no vimos voluntad, pero gracias al sector privado y a organizaciones internacionales ahora entienden que hemos dado un buen paso”. Ahora mismo, Trueworld se encuentra en conversaciones con Autoridad portuaria, Ports IB, el govern y otras entidades de las islas interesadas en sus acciones.
“Somos científicos y nos gusta que se nos entienda como empresa científica”, sentencia el CEO de la startup mallorquina, quien recuerda que “tenemos que reconectar personas y naturaleza. La institución es secundaria porque, al fin y al cabo, la tecnología va un paso por delante. Lo importante es que haya una necesidad natural y detrás exista una empresa o persona que lleve a cabo una actividad ambientalmente positiva, conectando así uno con otro”.
Equipo científico
Radicada en Mallorca, Trueworld lleva dos años trabajando con instituciones de la talla de Naciones Unidas, la IUCN y la Unesco para medir la huella de carbono. “Somos científicos y técnicos muy orientados a temas medioambientales. Por eso trabajamos para potenciar todo el talento y el conocimiento del equipo, formado por geógrafos, biólogos marinos, ambientólogos, etc.”. Partiendo de estas premisas, se juntaron 27 socios en cooperativa para ver cómo resolver las necesidades que tenían las empresas sin que estas tuvieran que recurrir al tradicional servicio de consultoría o asesoría, en ocasiones muy costoso, lento y estático.
“Calcular la huella de carbono de una empresa cuesta una media de más de mil euros. Nosotros hemos conseguido, a través de tecnología innovadora, hacer ese cálculo por 360 euros y cumpliendo con la totalidad de requerimientos legales y auditores”, puntualiza el CEO de Trueworld. La startup facilita a las empresas un software con el que pueden monitorizar en tiempo real su consumo energético o de agua, mientras que la certificación de la huella de carbono la efectúan por primera vez con trazabilidad basada en la tecnología Blockchain. “Pero la clave ha sido no solo abordar el tema como una auditoría o una ISO más, sino abordarlo desde el método científico y las últimas tecnologías. Este software, permite saber si habrá una ola de calor, por ejemplo, y así aconsejar que los empleados teletrabajen, iniciar la actividad a otra hora… Es clave tener datos de lo que está ocurriendo, no solo hoy, para de esta forma adaptarse”, describe Mendoza.
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