Las playas accesibles de Palma

Palma es una de las ciudades del territorio español con mayor número de playas accesibles. Forma parte de la red de playas accesibles certificadas por la normativa U-NE (Normas UNE 170001, de 2007) de accesibilidad universal. Pero la denominación de playa accesible no solo significa que la playa sea apta para el acceso a personas con movilidad reducida (rampas y accesos amplios), sino que también se incluyen otros elementos como pasarelas de madera, refugios con sombra y sillas anfibias para permitir que cualquier usuario pueda disfrutar de la playa y el mar con facilidad. Además, en los horarios de verano, existe el servicio de asistencia para el baño. La playa de Cala Mayor ha sido la última playa en obtener el certificado de playa accesible en Mallorca. A continuación te mostramos el listado de las seis playas accesibles de Palma:

• Cala Major.
• Can Pere Antoni.
• Ciutat Jardí
• Cala Estancia.
• Playa de Palma – Balneario 15.
• Playa de Palma – Balneario 7.

El sistema de gestión de la accesibilidad de las playas de Palma define, de acuerdo con las Normas UNE 170001, que para disponer de un punto de baño accesible certificado, las playas deben disponer, entre otros, de los siguientes requisitos:

• Itinerario accesible hasta llegar al punto de baño con un aparcamiento señalizado o bien itinerario desde un paro de la EMT accesible.
• Pasarelas de acceso a la arena con tarima de madera.
• Plataforma de reposo y sombra.
• Sillas anfibias
• Muletas de ayuda a la movilidad adaptada al baño.
• Lavabo y ducha adaptado.
• Servicio de socorristas de soporte al baño asistido.

Gracias al cumplimiento de estos requisitos, Palma se convierte en una ciudad cada vez más accesible para las personas con movilidad reducida, y no solo por sus playas. Las playas con acceso para minusválidos de Palma están diseñadas para que cualquier usuario pueda llegar en coche privado, gracias a los puntos de aparcamiento reservado para minusválidos; o en transporte público, ya que existe un itinerario entre las paradas de los autobuses de la EMT y el TIB que permiten a los usuarios poder llegar a sus playas sin encontrarse con barreras. Por lo tanto, hay que catalogar a Palma como una ciudad cada vez más amable y accesible para todo el mundo.