Carolina Artola es asesora energética, una profesión relativamente nueva “que existía para empresas, pero no para clientes residenciales es decir suministros con potencias inferiores a 10 kilovatios”. Su función es actuar como un bróker de energía, lidiando con más de 400 compañías eléctricas de las que recibe sus precios y, en función de ello, aconseja a sus clientes, la mayoría de Balears, pero también del resto de España. “A casi todas las personas que me llaman les puedo ofrecer un ahorro en su factura de la luz”, explica.
“En la actualidad, el principal problema es que los precios cambian constantemente. Antes de la crisis energética la compañía eléctrica mantenía el precio de venta aproximadamente tres meses. Ahora, cada 15 días recibo precios nuevos para ofertar a los clientes”, y matiza que “esto se debe a que la luz cotiza en bolsa y su precio depende del precio al que las eléctricas hayan comprado la electricidad: en función de ello (y del margen de ganancia de la eléctrica) se establece el precio final para el consumidor”.
Carolina añade que “no existe una receta universal para todos. Siempre pido ver las facturas porque cada factura tiene una fecha de contratación y un precio del kw diferente, incluso estando en la misma compañía. Menciono esto porque la gente suele comparar su factura con la del vecino o la de un familiar, olvidando el precio de kw, así como la potencia eléctrica o el consumo. En muchas ocasiones, los usuarios no comprenden las razones por las que el importe total de su factura sube. El consumidor es susceptible a manifestar esta disconformidad sobre todo en épocas de máximo consumo energético, que en Balears sería en invierno y verano, pero también es susceptible a las cosas que anuncian en la televisión sobre si sube o baja el precio de la luz, pensando que está en esa misma situación”.
Diferenciar los dos tipos de mercado
Una persona como Carolina, cuyo trabajo es sumergirse entre las diferentes tarifas y condiciones de las compañías eléctricas, conoce las claves que realmente pueden beneficiar al consumidor. “Primero, hay que diferenciar los dos tipos de mercado que existen actualmente: el regulado y el libre”.
Del que mayoritariamente se habla en los medios es del mercado regulado, marcado por las subastas diarias del Estado y en el que el precio cambia día a día, incluso dentro de un mismo día hay un precio diferente según la franja horaria. “Es lo que más anuncian, pero no todos tenemos ese tipo de mercado. En 2009, irrumpió el mercado libre y muchos consumidores se cambiaron. Una vez lo contratas, el precio es fijo durante un año y puedes tener franjas horarias o no, así como descuentos u otras ofertas que nos hacen las eléctricas. El gran problema vino a raíz de la reforma del sistema eléctrico español que hubo en junio del 2021 y el mercado regulado se empezó a regir por diferentes tramos horarios y diferentes potencias, reforma que se informó en la televisión y a partir de ahí muchas personas empezaron a tener hábitos de comportamiento diferentes sin saber tan siquiera el mercado en el que se estaba. Al no saber interpretar la factura y escuchar en la televisión que siempre hablan del mercado regulado, se equivocan”. Y es que, según confirma Carolina, “las dos terceras partes de los usuarios nos regimos por el mercado libre”.
Además, dentro del mercado regulado (PVPC) existe para determinadas personas (pensionistas, discapacitados, familias numerosas) un descuento que otorga el gobierno denominado bono social donde según comenta la asesora “yo misma he aconsejado a muchas personas a darse de baja para contratar una tarifa más barata en el mercado libre. Increíble pero cierto”.
El precio de la luz responde, asegura Carolina, a una ecuación que se compone de diferentes tipos de energía: las renovables (hidráulica, eólica, solar), la nuclear y las de cogeneración del gas; “esta última es la que ha hecho subir los precios de la luz debido a la escasez de gas en toda Europa. Gran culpa de esto lo tiene la guerra llevada a cabo por Rusia, pero también los desaciertos políticos con Argelia, principal suministrador de gas a España”.
La clave: el precio del kilovatio
“La clave cuando hablamos de la factura de la luz es el precio del kilovatio. Es lo que yo ofrezco y vendo a mis clientes con total transparencia y se lo hago ver a la gente para que entiendan su factura y dejen de ser manipulados por falsas ofertas de descuentos u horas gratis. A la gente le cuesta mucho distinguir esto”, lamenta Carolina.
“Nadie da nada gratis, las eléctricas están para ganar dinero. El mercado libre, que es el único que se oferta a través de campañas en la televisión o por teléfono es pura estrategia de marketing y no interesa decir el precio del kw”. Por eso, el mejor consejo que ofrece Carolina a las personas que estén en mercado libre es “adelantarse a la fecha de la renovación, si es necesario preguntando a la compañía los precios del año venidero”.
Saber el mercado en el que nos encontramos, el precio del kilovatio y lo que ofrece el mercado es crucial para el momento de la renovación. “En función de estos tres datos veo si puede haber ahorro o no. Es como el seguro del coche”, compara Carolina. “Hay gente que me dice que se ha bajado la potencia para ahorrar, pero esto no es una medida de ahorro. Otros optan por no encender el aire acondicionado o los radiadores tanto como quisieran, tampoco es una medida de ahorro porque bajas tu calidad de vida. Las luces de bajo consumo o disponer de un buen aislamiento nos ayudará a ahorrar, así como un uso eficiente de los aparatos eléctricos, pero sobre todo ser consciente del mercado y la tarifa que tenemos contratada y si tiene o no horarios”.
Para saber el tipo de mercado basta con fijarse en la factura de la luz. “Si dice PVPC, estamos en mercado regulado y en este caso nos tenemos que regir por a un precio variable y con tramos horarios. Para saber nuestro precio del kw en este mercado hay que hacer una sencilla regla de tres simple: dividir lo que tú has pagado por los kilovatios que has consumido. Esto te da el precio del kilovatio promedio del mes y, si supera el precio de 0,21 en octubre, estarías pagando por encima del mercado libre”.
Atención a las llamadas comerciales
Carolina alerta a los usuarios sobre las llamadas de las compañías eléctricas. “No son asesores energéticos, son comerciales que trabajan para una única eléctrica y obviamente querrán vendernos su producto”. El asesor energético, en cambio, trabaja para muchas eléctricas y de este modo tiene un trato imparcial frente al cliente. Algo no menos importante a tener en cuenta a la hora de contratar o recibir una oferta comercial “es saber si tenemos o no permanencia en nuestra actual compañía y si aplica o no el tope del gas -Balears está excluida-“.
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