La escritora y traductora mallorquina Maria Antònia Oliver, galardonada con el premio Ramon Llull en 2003 en reconocimiento a su trayectoria literaria, murió a los 75 años.
Nacida en 1946 en Manacor, Maria Antònia Oliver formó parte de la generación literaria de los 70. Oliver se inició en la literatura con novelas centradas en la transformación social vivida en Mallorca a raíz del boom turístico y muy influidas por el género rondallístico. En esta línea, publicó Cròniques d’un mig estiu (1970); Cròniques de la molt anomenada ciutat de Montcarrà (1972) i El vaixell d’iràs i no tornaràs (1976).
También se dedicó a la novela negra, con obras como Estudi en lila (1986), primer libro de la serie protagonizada por la detective mallorquina Lònia Guiu. Además, cultivó el género épico, con Crineres de foc (1986). Con su obra Joana E. (1992), ganó el premio Prudenci Bertrana. Así mismo, es autora de las novelas Amor de cans (Premio Ciudad de Palma de novela del 1995) y Tallats de lluna.
Su obra también incluye colaboraciones, como el libro-reportaje Les illes, publicado con el fotógrafo Antoni Catany, o la colaboración que hizo con Maria Rius en el cuento infantil Margalida, perla fina (1984).
Así mismo, Maria Antònia Oliver también escribió narrativa corta y dos piezas teatrales, además de participar en publicaciones del colectivo Ofèlia Dracs.
También trabajó para la televisión con diferentes guiones dramáticos y colaboró en publicaciones como El Correo Catalán, Serra d’Or i el diario Avui.
En su vertiente de traductora, tradujo al catalán obra de Virginia Woolf, Robert Louis Stevenson, Mark Twain y Herman Melville, entre otros.
Maria Antònia Oliver recibió el premio de Honor de las Letras Catalanas en 2016 y la Creu de Sant Jordi en 2007. Además, en 2018 el Ayuntamiento de Manacor la declaró hija predilecta.
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