Alrededor de 20.000 personas -según los datos aportados por la Policía Nacional- salieron a las calles de Palma el domingo 21 de julio para protestar contra la masificación turística de las Illes Balears. Bajo el lema “Canviem el rumb: Posem límits al turisme“, la multitudinaria protesta -que alcanzó los 50.000 asistentes según los organizadores, la plataforma Menys turisme, més vida– comenzó a las 19:00 y recorrió las principales calles de la ciudad -Avingudes, Sant Miquel, plaça Major, carrer Colom, plaça de Cort, carrer Palau Reial, Conqueridor y plaça de la Reina- hasta desembocar en el passeig del Born, donde se leyó un manifiesto para exigir a los responsables políticos “acciones claras enfocadas a poner límites e iniciar el cambio de rumbo de modelo económico“.
Además de la plataforma Menys turisme, més vida, en la protesta estuvieron presentes un total de 111 entidades insulares entre colectivos ecologistas, culturales, vecinales, educativos y sindicales. Durante todo el trayecto, los manifestantes lanzaron consignas en contra del turismo de masas, la pérdida de la calidad de vida de los residentes, los atascos de tráfico, la saturación de las playas y, sobre todo, el alto precio de la vivienda y los alquileres en las islas.
Esta es la segunda manifestación convocada en Palma para reclamar límites al turismo y un modelo justo para Mallorca, tras la celebrada el pasado 25 de mayo que convocó a 10.000 personas, según la Policía Nacional, y 25.000 según la plataforma Menys turisme, més vida.
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