La Sociedad Balear de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SBMICIUC) ha alertado de la saturación de las Unidades de Vigilancia Intensiva (UCI) por falta de camas y personal especialista en este ámbito. Del mismo modo, advirtieron del agotamiento y la precariedad laboral del personal.
En un comunicado, la entidad ha pedido que no se dé la espalda a la gravedad de la situación de las unidades de críticos, ya que estas deficiencias también afectan a “a todos los pacientes de cualquier otra patología que requieran ingreso y asistencia en una UCI”.
Esta situación que afecta a la calidad de la atención a los pacientes se produce a pesar del “enorme y constante esfuerzo de los médicos intensivistas para proporcionar los mejores cuidados posibles, a pesar de no contar con los recursos adecuados”.
Los intensivistas han lamentado que “de manera continua, nos hemos visto abocados a aumentar las horas de trabajo, así como la cantidad de pacientes que cada profesional debe atender en sus turnos como única solución para superar esta crisis”.
Asimismo, han advertido del “agotamiento físico” general y del cansancio y la frustración que sienten ante las condiciones en las que se ven obligados a trabajar.
Además, añadieron, en línea con lo que sucede en otros sectores, y pese al contexto de necesidad de profesionales, el colectivo sufre un alto grado de precariedad laboral que genera falta de estabilidad en el trabajo y malestar frente a esta incertidumbre.
Respecto a la situación “límite” de los servicios de salud de Balears, recalcan las cirugías canceladas y retrasos en consultas que “repercuten en la precocidad de diagnósticos y tratamientos que pueden ser decisivos en la evolución de los enfermos”, así como “el colapso de la atención primaria”, que califican de “puntal del sistema” y que ya afecta a los usuarios.
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