Mayte Mateos rememora desde su residencia en Mallorca cómo dos bailarinas del ballet de TVE conquistaron el mundo con su Yes Sir, I Can Boogie
La historia de Baccara, el icónico dúo formado por Mayte Mateos (1951) y María Mendiola (1952 – 2021) que conquistó el mundo con el inmortal Yes Sir, I Can Boogie (1977), tiene todos los elementos de un relato épico: azar, talento, éxito meteórico y un final inesperado. Mateos, residente en Palma desde hace dos décadas, desentraña los momentos clave de este “cuento de hadas con un final trágico”, como ella misma resume.
Desde su casa en Palma, repleta de premios -León de Oro, Bambi de Oro, Micrófono de Oro…-, discos de oro e infinitos recuerdos de aquella época dorada, la riojana rememora que “todo surgió porque conseguí que mi padre me dejase ir a Madrid a estudiar en el Conservatorio”. A partir de aquí, comienza una serie de azarosas fortunas, como cuando una amiga la empujó a entrar en una audición en la que ni siquiera tuvo que bailar. “Salí con el papel que me temblaba la mano, mientras una amiga me decía: ‘¿Ves? Si no entras, nunca vas a conseguir nada’”. Y así llegó al ballet de Televisión Española, de la mano de Alberto Portillo, como bailarina profesional en La hora de…
La conjunción perfecta
El ballet se amplía y es entonces cuando Mayte conoce a María. “Ella era mucho más fantasiosa que yo, decía tenemos que cantar. Yo pensé: Está loca; quién nos iba a coger…”. Pero llegó una nueva oportunidad, de la mano del director de La hora de…, Martín Maqueda, “que con cariño nos metió en el programa. Salimos vestidas parecidas, inspiradas en las hermanas Kessler, que triunfaban en Alemania. Y esto fue la clave, ya teníamos algo que mostrar”. Su primer bolo fue en Zaragoza, en un local de dudosa reputación que las envió de vuelta a Madrid “por ser demasiado elegantes”. De Zaragoza, a Fuerteventura, contratadas por un hotel. Allí les extendieron el contrato, dado su éxito, y “un día fueron varios productores musicales entre los que estaba Leon Dane, de RCA (hoy Sony). Actuamos y rápidamente nos preguntó: ¿Tenéis algún contrato con algún mánager? Nos compró billetes a Hamburgo para hacer una canción. Era como si lleváramos un angelito que nos llevaba a cada sitio donde todo era sorprendente y nuevo”.
En Hamburgo conocen a Rolf Soja, quien les presenta la canción Yes sir, I Can Boogie. “María me dijo: ¿Y ahora qué hacemos? Yo canto poco y tú no hablas inglés. Entonces tarareamos la melodía y se quedó encantado con nosotras, nuestro aspecto, el sonido de mi voz. Rolf tenía claro que sería un éxito”. Nada más salir el disco, ya era número uno sin haber aparecido en ningún medio. Baccara fue de televisión en televisión por toda Europa, Corea, Japón, Rusia… Siguieron éxitos como Sorry I’m a lady, Love You Till I Die -la favorita de Mateos- o Parlez-Vous Français?, con la que representaron a Luxemburgo en Eurovisión en 1978. “Viajar y triunfar era el sueño de María. Yo le decía: tú tienes mucha fantasía. Pero así fue. Éramos el complemento perfecto. A mí nunca se me pasó por la imaginación ser famosa. Tampoco ir a terapia para digerir el éxito, eran otros tiempos: ¿Para qué, para quitarnos la alegría que teníamos?”.
Punto y final
En 1982, Mayte recibe en su casa de Oslo una llamada de la discográfica con malas noticias: “María nos ha llevado a juicio”. “Yo no sabía nada, al parecer estaba descontenta con una mezcla, pero todo ocurrió entre la discográfica y ella”, quien finalmente ganó el contencioso. “Para mí aquello fue un final tan catastrófico y tan absurdo… Mató la gallina de los huevos de oro. La discográfica nos había tratado tan bien, éramos las niñas de sus ojos. Pero María quería cantar el 50% y fue en contra de ellos. Ella pensó que yo me iría con ella, pero dije que no, después de todo lo que había hecho. Eso fue la destrucción de Baccara, la original, en 1982”.
Desde aquel año, Baccara pasó de ser un grupo de dos a dos grupos, y es que las dos amigas, que habían recorrido el mundo conquistando las listas de éxitos, siguieron su carrera por separado. “Yo he estado con 4-5 compañeras probando y probando, pero nadie igualaba en presencia a María. Nunca volvimos a hablar, ella siempre sostuvo que todo terminó porque yo quería cantar sola”.
Hace 18 años que Mayte sigue en activo con Baccara junto a Paloma Blanco y han cerrado 2024 actuando en Suecia. “Con el paso de los años, viendo vídeos en YouTube, finalmente he entendido el éxito que tuvimos, porque la verdad es que estábamos geniales”, sentencia Mateos, quien aún hoy recibe ingresos por el uso de aquel hit que las catapultó a la fama. “Debo de tener mucha gracia con mi spanglish, porque anuncio tras anuncio todavía utilizan la canción, y además ahora también se cobra por los streamings”, finaliza.
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