El Informe de Riesgos Globales 2024 (The Global Risks Report 2024) publicado recientemente por el Foro Económico Mundial analiza los retos a los que se enfrenta el planeta en los próximos dos años y en la siguiente década.

El riesgo global más grave que dibuja el texto –elaborado a partir de cerca de 1.500 entrevistas a expertos– para 2026 alude directamente a la información errónea y la desinformación, que ahondará en las divisiones sociales y políticas. El uso generalizado de la desinformación y las herramientas para difundirla –advierte– puede socavar la legitimidad de los gobiernos recién elegidos. Los disturbios resultantes podrían derivar en protestas violentas y crímenes de odio, enfrentamientos civiles y terrorismo, prosigue.

Al margen de las elecciones, se esperan percepciones de la realidad más polarizadas, que se infiltrarán en el discurso público, en cuestiones que abarcan desde la salud pública hasta la justicia social. Con este panorama, el riesgo de propaganda nacional y censura se prevé que vaya en aumento, según señala el informe. En respuesta a la información errónea y desinformación, los gobiernos podrían controlar la información en función de lo que consideran “cierto”,  lo que afectaría a las libertades relativas a internet, la prensa y el acceso a fuentes de información.

Después del verano más caluroso de la historia en el hemisferio norte, dos de cada tres encuestados creen que las condiciones meteorológicas extremas  (segundo riesgo más grave en los próximos dos años) podría provocar una crisis material a escala mundial en 2024, con la perspectiva de que la fase de calentamiento del ciclo El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) se intensifique y persista hasta mayo de este año.

En lo que se refiere a los riesgos medioambientales, existen discrepancias entre los encuestados más jóvenes y de mayor edad. Mientras los primeros perciben como una urgencia la pérdida de biodiversidad, el colapso de los ecosistemas y el cambio crítico en los sistemas terrestres, los segundos y el sector privado lo observan como una preocupación a largo plazo.

La inseguridad cibernética en un momento de expansión de las tecnologías avanzadas, en proceso de explotación, se perfila como el cuarto riesgo global para 2026, seguida de los conflictos armados interestatales. Existen conflictos enquistados que corren el riesgo de recrudecerse a corto plazo debido a las amenazas de contagio o la creciente fragilidad de los estados, refleja el informe.

La falta de oportunidades económicas, la inflación, la migración involuntaria, la recesión económica y la polución completan el top 10 de los principales riesgos que advierte la sociedad para los siguientes dos años.

 

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