Josep Pons

La Comunidad Europea fue la idea de un político y hombre de negocios francés, Jean Monnet. Tenía visión a largo plazo y convenció al gobierno francés para iniciar la senda de la reconciliación con Alemania apenas unos años después de la barbarie de la Segunda Guerra Mundial.

Monnet tenía dos objetivos muy evidentes. El primero, controlar la industria de guerra con una Alta Autoridad independiente (Monnet sería su primer presidente) que gestionase la producción del carbón y del acero poniéndolas al servicio de la paz. Esa fue la tarea de la CECA creada en 1951.

El segundo objetivo fue el de asegurar el desarrollo de Europa en un continente devastado, mediante un sistema capitalista de corte social y liberal que fomentase el libre comercio. Esa fue la CEE firmada en 1957, que también aseguraba una barrera de contención frente al comunismo.

Solo seis países estuvieron en la fundación de la Comunidad Europea: los del Benelux, Francia, Alemania e Italia. Francamente, no podía haber más, dado el rechazo inicial del Reino Unido al proyecto. Los demás o eran neutrales o eran dictaduras de derechas, o eran países comunistas dirigidos desde Moscú.

Los padres fundadores crearon un entramado institucional y un sistema político que solo podía funcionar eficazmente con un número reducido de países y, sobre todo, que fueran “creyentes” en el proyecto europeo. Años después De Gaulle vetó a los británicos diciendo que no estaban preparados. Quería decir que les faltaba fe y nunca se convirtieron.

La evolución política de Europa a partir de la década de los 70 llevó a España, Portugal y Grecia, ya convertidos a la democracia, a ser miembros. También al Reino Unido, Dinamarca e Irlanda, el primer neutral en acceder al que seguirían otros en los 80 y, finalmente, tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS, al acceso sucesivo de los antiguos países comunistas más la neutral Malta y el parcialmente ocupado Chipre.

Unión Europea

Hoy tenemos 27 países miembros y todos los países de la ex Yugoslavia y de los Balcanes son candidatos firmes.

El proyecto político de Jean Monnet ha derivado en otro muy distinto, válido pero difícil de gestionar. Con las ampliaciones que están en el horizonte, ¿la UE se va a debilitar o se va a fortalecer? Se va a fortalecer en el sentido de que dentro de la UE no ha habido ningún conflicto armado desde 1945, la convivencia en democracia fortalece la seguridad y extiende las fronteras de la UE hasta la misma Rusia y el mar Caspio.

Pero se va a debilitar porque ingresan países con nula tradición democrática cuyo objetivo es obtener fondos para sus economías, pero que no van a compartir los ideales políticos que alentaron a los fundadores hace ya 74 años.

Van a crecer los populismos y los nacionalismos, y así es difícil construir una Unión Europea sólida.

 

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