Texto: Virginia Servera
Académica de número de la Real Academia Española, Carme Riera compagina su labor en esta institución cultural con su actividad como catedrática de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Barcelona. Distinguida con el Premio Nacional de las Letras en 2015 y la Medalla de Oro de las Islas Baleares en 2018, departe con Mallorca Caprice sobre el pasado, presente y futuro de Mallorca.
Usted ingresó en la RAE en 2013 con un discurso dedicado a Mallorca titulado Sobre un lugar parecido a la felicidad. ¿Qué le impulsó a elegir ese tema?
El interés por conocer hasta qué punto Mallorca había sido considerada un espacio mítico y en homenajear a mi tierra en un momento importante para mí.
Con la n, consonante del sillón que usted ocupa. Descríbanos con tres adjetivos la isla.
Me lo pone difícil, la n es la letra de no, nadie, nada… Mallorca es una isla notable, noble, necesaria.
“Mallorca ha sido demasiado complaciente con el cemento”
¿Qué imagen dieron de Mallorca los escritores y artistas que viajaron hasta aquí entre el s. XIX y XX?
Un lugar donde toda maravilla es posible… en general. En particular (Gertrude Stein a Robert Graves ) es el paraíso si puedes soportarlo…
¿Qué visión transmiten hoy?
Los viajeros ya no escogen Mallorca, lo hacen los turistas y para algunos es una visión de sol, playa y borrachera. No pienso solo en Magaluf.
¿Cómo influyó eso en la autopercepción de los mallorquines?
A veces, conseguimos hacer nuestra la imagen que los viajeros nos dejaron, por ejemplo, valoramos la Sierra de Tramontana a partir del Arxiduc.
“Para ser referente mundial, Mallorca necesita políticos con cultura y visión de futuro”
Por qué considera que fue Luis Salvador de Habsburgo la personalidad que “más huella dejó en la isla de cuantas la visitaron”?
Porque es la verdad. Nadie escribió una obra tan importante como Die Balearen, ni amó tanto como él nuestro paisaje ni hizo posible, por ejemplo, que Martel descubriera en las Cuevas del Drac el lago que lleva su nombre, ni ayudó a la creación del Oceanográfico…Y me dejo cosas.
Si le encargaran ahora un libro de viajes de Mallorca, ¿qué destacaría? ¿Cuál podría ser un buen título?
Me lo han encargado. Pero da mala suerte hablar de un libro no empezado todavía. En cuanto al título, los míos suelen coincidir con la última frase, así, por ejemplo en En el último azul y no tengo todavía la última frase, por no tener, ni siquiera tengo la primera.
Como detalla en su discurso, Sissi Emperatriz mostró resistencia a visitar la isla por miedo a que este destino le gustara más que Corfú, donde había construido un palacio ¿Cree que hoy ocurriría lo mismo?
La emperatriz era una inadaptada, solo deseaba lo que no podía alcanzar. Hoy no lo pensaría, Mallorca ha sido demasiado complaciente con el cemento. Los asesinos de paisajes han visitado menos Corfú.
¿Cómo han evolucionado los rasgos del carácter mallorquín? ¿Puede la sociedad mallorquina presumir de apertura y modernidad?
El contacto con otros nos ha hecho más abiertos. Pienso por ejemplo en ciertas discriminaciones, por ejemplo la que sufrieron los llamados “xuetas”, hoy casi inexistente, algo muy positivo.
¿Cree que se están recuperando costumbres perdidas? ¿A qué obedece?
No tengo ni idea. ¿Están más llenas las iglesias o solo cuando hay funerales?
“Nadie como Luis Salvador de Habsburgo amó tanto nuestro paisaje”
¿Cómo valora la producción cultural balear?
¿Producción cultural balear? No entiendo a qué se refiere…No caigo.
¿Qué rincones de la isla figuran entre sus preferidos?
Aquellos en que hay pocos turistas, en especial, algunas calas.
¿Qué queda de “la isla de la calma” que describió Santiago Rusiñol?
Muy poco, pese la cachaza de algunos…
¿Cuál es su visión sobre el presente y futuro de la isla?
Un presente muy difícil. La pandemia y sus secuelas económicas son terribles para una isla que vive solo del turismo. Hay que intentar otras posibilidades que no sean exclusivamente turísticas. Invertir I+D, por ejemplo, recuperar el autoabastecimiento mediante un tipo de agricultura sostenible y no fiarlo todo al turismo.
¿Considera que Mallorca podría convertirse en referente mundial del modelo mediterráneo?
Sin duda, pero para ello es necesario contar con políticos con cultura, sensibilidad, inteligencia y visión de futuro, no solo por su interés en ganar las próximas elecciones.
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