“Me gusta coser desde que nací. Vengo de Leeuwarden, un pequeño pueblo de Holanda. Allí no se respira moda, pero mi madre tenía una máquina de coser. Como me aburría empecé a utilizarla, a hacer cosas, y justo aparece el programa de televisión MTV. Los videoclips me despertaron la pasión por la moda. Eso me cambió la vida”.
Isabel Gomila casi que no necesita presentación. Es uno de los fichajes más potentes de la nueva edición del programa de diseño de moda “Maestros de la costura”, al que vuelve tras haber sido finalista y una de las concursantes más carismáticas de la segunda edición del programa en 2019.
“En mi pueblo la gente usaba vaqueros y suecos. Siempre fui muy extravagante, con pantalones laminados a los 18 años. Y entonces me apunté en un curso para coser. Mis compañeros hacían servilletas y yo hacía vestidos barrocos. Eres de otro planeta, me decían los profesores”, cuenta Gomila, que en dos semanas abre su primera tienda en Mallorca.
Desde que saliera del programa televisivo hace tres años, su trayectoria como diseñadora ha implosionado a un ritmo vertiginoso. Su propia firma, orientada hacia ropa de fiesta y noche, evolucionó hacia los kimonos exclusivos y de autor.
Tras la apertura de su tienda física en Madrid, abrirá su propio espacio en Palma el 2 de abril, en el número 3 de la Calle Pes del Formatge, en el casco antiguo, centro neurálgico de la ciudad y punto de encuentro de artistas, por la cercanía de tiendas de ropa y galerías de arte. “La tienda se llama ‘Meet me by Isabel Gomila. La idea es crear un concepto para otros diseñadores”, explica.
De Itziar Castro a Chanel Terrero: el kimono como prenda estrella
Las actrices Itiziar Castro y Vanesa Romero, la miembro del jurado de Master Chef, Samantha Vallejo-Nágera, o la ganadora de Eurovisión, Chanel Terrero, son, entre otras, algunas de las celebridades que apuestan y repiten por las prendas de la diseñadora.
Gomila describe que su prenda estrella es cómoda y versátil, para hombres y mujeres. De talla única y confeccionado con variedad de tejidos, el kimono no desentona como vestido de noche, puede lucirse en una boda y también en el hogar, en un ámbito más íntimo o, incluso, para utilizar encima del bikini.
“En la pandemia me aburría. Y como tengo el taller debajo de mi casa me puse a ver qué podía hacer. Yo colecciono muchas telas. Tenía como 20 cajas llenas. Y decidí confeccionar kimonos para probar, como un entretenimiento. El primero lo subí a mis redes sociales y lo vendí. El kimono le sienta bien a todo el mundo, como que cobra vida en cada persona”, describe Gomila el inicio de su emprendimiento.
Tras posicionar sus kimonos como emblema enviando prendas a distintas partes del mundo e inaugurar su punto de venta en la central de firmas 15 Segundos Store en Madrid, Gomila apuesta por reivindicar sus orígenes en Mallorca.
“Llevaba mucho tiempo con la idea de llevar a cabo un proyecto en Palma, que ahora hago realidad abriendo un espacio propio, muy amplio donde cuento con taller, tienda y la posibilidad de representar a más firmas, para traer aún más vida a este barrio tan maravilloso”.
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