Su Majestad la Reina Doña Sofía presidió ayer el tradicional Concierto de Semana Santa 2025 en la Catedral-Basílica de Santa María de Mallorca, una cita musical y solidaria que este año ha tenido como pieza central el conmovedor Réquiem de Gabriel Fauré. El evento, celebrado a beneficio de la entidad social Projecte Home Balears, reunió a destacadas autoridades y personalidades del ámbito institucional balear.

Concierto de Semana Santa 2025

Su Majestad la Reina Doña Sofía aplaude a los artistas durante el concierto a beneficio de Projecte Home Balears. Foto: © Casa de S.M. el Rey.

Acompañaron a Doña Sofía la presidenta de las Illes Balears, Margalida Prohens; el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne; el delegado del Gobierno en las Illes Balears, Alfonso Rodríguez Badal; y el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, entre otros representantes públicos.

Orquestra Simfònica de les Illes Balears

La interpretación corrió a cargo de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, bajo la dirección de Pablo Mielgo, junto a la Coral de la Universitat de les Illes Balears, dirigida por Núria Cunillera Salas. Las voces solistas fueron la soprano mallorquina Lorena Bonnin y el barítono José Antonio López, quienes aportaron una sensibilidad especial a esta obra compuesta por Fauré en 1888 para una misa fúnebre en la Iglesia de la Madeleine de París.

Concierto de Semana Santa 2025

La Orquestra Simfònica de les Illes Balears actuó en el Concierto de Semana Santa 2025. Foto: CAIB.

Este concierto benéfico se celebra desde 2007, y desde 2010 de forma ininterrumpida, con el objetivo de recaudar fondos para los programas de tratamiento y prevención de adicciones que impulsa Projecte Home Balears. Esta ONG, fundada en 1985, trabaja en la atención integral de personas con problemas de adicción, promoviendo su autonomía y reinserción social.

La presencia de Doña Sofía, comprometida desde hace décadas con causas sociales, subraya el respaldo institucional y el valor cultural y humanitario de este evento, que ya es una cita imprescindible de la Semana Santa mallorquina.