Playas, puertos únicos y naturaleza exuberante en una costa que enamora
Encantos naturales, playas y calas inolvidables y ambiente familiar son las principales características que definen a Cala d’Or como un sitio especial de Mallorca, ubicado en el municipio de Santanyí, en el sureste de la isla, con su típica arquitectura ibicenca que invita a perderse en sus rincones.
Cala d’Or despliega una gran oferta hotelera y gastronómica para que el visitante viva un descanso pleno y una experiencia vacacional placentera. El puerto natural de Cala Longa, uno de los puertos deportivos más importantes de las Illes Balears, es ideal para pasear y disfrutar de sus numerosos bares, restaurantes y tiendas de moda. La riqueza de Cala d’Or también se luce en su patrimonio histórico. Uno de los monumentos más importantes es la fortaleza de Es Fortí, una histórica base militar con mirador y vistas panorámicas al mar, declarado Patrimonio de Interés Cultural en 1949. A finales del siglo XVIII controlaba la entrada a las calas más importantes.
Este destino privilegiado del municipio de Santanyí aún preserva el espíritu de las vacaciones de toda la vida. Sus rincones llenos de magia y los paseos por la naturaleza transmiten un ambiente familiar que integra al visitante desde el primer instante. En este sentido, Cala Esmeralda, una de las playas más bonitas de Cala d’Or, es ideal para disfrutar en familia por su oleaje moderado.
La naturaleza exuberante del Parque Natural de Mondragó, a 6 kilómetros de Cala d’Or, es un escenario perfecto para contemplar cientos de especies de aves y fauna autóctona, además de los barrancos, acantilados costeros y las playas de agua cristalina, como Cala Figuera. Muy cerca se encuentra Portopetro, un precioso puerto pesquero con sus típicas casas de pescadores y una agradable bahía salpicada de calas como Caló dels Homes Morts y Sa Torre.
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