En la última década, la demanda de tatuajes realistas ha ido en aumento. Azara Lorente, tatuadora con más de diez años de experiencia en hiperrealismo, estudió Bellas Artes y se especializó en restauración y conservación de obras. Su pasión por el dibujo la llevó a convertirse en experta en este estilo de tatuaje. “Llevo dibujando desde los siete años y siempre me fascinó plasmar expresiones faciales. Al finalizar la carrera, intenté trabajar en lo mío, pero vi lo complicado que era. Fue entonces cuando noté el auge del tatuaje y decidí darle una oportunidad”, indica. Aunque su formación académica le permitió aplicar diversas técnicas al tatuaje, fue en el realismo donde encontró una mayor conexión con su estilo artístico.
Cuadros en la piel
Azara indica que la influencia de los tatuadores con formación artística se refleja en el auge del hiperrealismo. “Hace unos 10 años, el estilo hiperrealista experimentó un aumento, y se nota que muchos de los artistas actuales tienen formación en otras áreas artísticas. Este estilo sigue siendo muy popular, y realmente es como ver cuadros plasmados en la piel”, señala.
Sin embargo, a pesar de la riqueza técnica y la complejidad que caracteriza este estilo, Azara destaca los desafíos que implica crear arte dentro del mundo del tatuaje cuando se trabaja por encargo. “El proceso creativo cambia completamente cuando trabajas para un cliente. Aunque muchos consideran el tatuaje una forma de arte, es difícil mantener esa libertad artística cuando el trabajo está condicionado por expectativas externas. Para mí, el arte no tiene un principio ni un fin; es un camino impredecible que recorres sin saber adónde te llevará, pero que siempre se enriquece por el proceso”, reflexiona.
Azara también reflexiona sobre el impacto de las redes sociales en su profesión, describiéndolas como “un arma de doble filo”. Reconoce que, bien utilizadas, estas plataformas favorecen a la conexión con personas de todo el mundo, algo fundamental en un ámbito tan visual como el tatuaje. Sin embargo, también señala un lado menos favorable: “Muchas veces, lo que busca la gente son videos de humor o contenido que igual yo no genero. Por eso, creo que no se puede depender exclusivamente de las redes sociales”, comenta. Azara subraya la importancia de utilizarlas con equilibrio.
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