Por primera vez en su historia, la Escolanía de Lluc ha cantado ante el Papa Francisco de Roma en la Audiencia General que ha tenido lugar hoy en la plaza de San Pedro en el Vaticano
Un total de 40 niños y niñas cantores han participado durante la Audiencia General con el Papa Francisco, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Es la primera vez en la historia de la Escolanía de Lluc, que se remonta al siglo XV siendo la más antigua de Europa, que ocurre este hecho.
Los cantos de los Blauets de Lluc se han escuchado al comienzo de la Audiencia, durante la llegada del Papa a la plaza en el coche descapotable con el que ha recorrido los corredores dispuestos entre los miles de asistentes a los que saludaba. El repertorio que la Escolanía ha escogido para deleitar al Papa Francisco ha sido Jubilate Deo y Ave Maria, las dos de Xabier Sarasola, Glòria Maria de J. L. Lambert y Cançó a la Verge de Pau Casals.
Además de los cantores, forman el grupo de peregrinos mallorquines unas 150 personas encabezadas por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y el prior del Santuario de Lluc, Marià Gastalver.
Els Blauets han obsequiado al Papa con regalos
Tras su intervención, el Papa Francisco se ha acercado al grupo y ha saludado a la comitiva mallorquina, que ha aprovechado para hacerle entrega de diversos regalos de parte del Santuario de Lluc: unas mides o cintas de la Virgen de Lluc, la figura de un Blauet de barro de la artesana ceramista Malena Roig, el libro ‘Llull paraula – Lluc imatge’, un cuadro de San Alonso Rodríguez pintado por el jesuita mallorquín P. Miquel Garau, y unos patucos tejidos por la madre del prior de Lluc.
El Obispo Sebastià Taltavull ha definido la celebración como “muy entrañable” y ha detallado que el Vaticano, desde el principio de las conversaciones para preparar esta visita, “ha acogido con mucho afecto a la Escolanía de Lluc”. También ha descrito la gran ilusión que han sentido los niños y niñas cuando el Papa Francisco se ha acercado y ha hablado con ellos. El Obispo ha destacado el interés del Papa “como siempre” por Mallorca, por la actividad de la Diócesis y por las personas que recuerda de su viaje en el año 1983, durante el que, entre otros lugares, visitó el sepulcro de San Alonso Rodríguez, a quien tiene gran devoción.
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