El Govern balear ha anunciado que este año la temporada de pesca del raor (Xyrichtys novacula) en aguas interiores de Mallorca y Menorca comenzará el domingo 31 de agosto, un día antes de lo habitual. La decisión responde a una petición del sector que suministra material para esta práctica tradicional y fue aprobada en la Comissió de Cogestió de la Pesca Recreativa de les Illes Balears.
Fotos: CAIB.
El adelanto pretende facilitar el abastecimiento de camarón, imprescindible para la captura de este pez tan apreciado, y favorecer así la actividad recreativa durante el primer día de temporada. El director general de Pesca, Antoni M. Grau, ha destacado que se trata de una medida excepcional y limitada únicamente a Mallorca y Menorca. En cambio, en Eivissa y Formentera, a petición de sus consells insulars, la apertura se mantiene para el lunes 1 de septiembre, igual que en aguas exteriores del archipiélago.
Grau ha subrayado que la medida no afecta a la sostenibilidad del recurso, dado que el raor se encuentra en un estado excelente de conservación. Solo se aplicará en años en que el inicio oficial coincida en lunes, como sucede en 2025.
Respetar la normativa de la pesca del raor
El Govern recordó además que los pescadores deben respetar la normativa vigente: el máximo de capturas permitido es de 50 ejemplares por persona y día. Las inspecciones pesqueras se intensificarán estos días con el objetivo de evitar infracciones, dado que incumplir la veda está tipificado como falta grave y puede acarrear sanciones económicas muy elevadas.
En las reservas marinas, los aficionados deben declarar sus capturas al Servicio de Recursos Marinos, preferiblemente mediante la aplicación móvil Diari de Pesca. Según los datos oficiales, desde 2019 se han registrado más de 5.400 declaraciones, que sitúan la pesca del raor en torno al 12 % del esfuerzo anual y al 15,7 % del total de capturas de la pesca recreativa en embarcación.
Recuperación de la especie
La veda implantada en el año 2000 ha permitido recuperar la especie en todas las islas, aumentando tanto la abundancia como el tamaño medio de los ejemplares. En Mallorca, los estudios de 2024 muestran una talla media de 162 milímetros, un 34% superior a la registrada en 1999. Esta recuperación se traduce en que el peso medio de los ejemplares actuales duplica al de hace 25 años.
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