Un 65% de los anfitriones de Mallorca apoya la implementación de regulaciones turísticas que equilibren el crecimiento de la isla como destino vacacional con el bienestar de los residentes locales. El estudio realizado por el portal de alquileres vacacionales Holidu, y que recogió opiniones de más de 800 propietarios a nivel nacional, revela que la mayoría de los encuestados en Mallorca considera que una regulación adecuada puede beneficiar tanto a los residentes como a los propietarios de alojamientos turísticos.

Regulaciones turísticas más restrictivas

Además, un 9% de los propietarios cree que deberían aplicarse normativas más estrictas para mitigar los efectos negativos que el turismo masivo puede tener en las comunidades, tales como la gentrificación o el aumento del coste de la vida. Por otro lado, un 18% de los encuestados no tiene una opinión clara sobre las regulaciones turísticas.

Los propietarios de alquileres vacacionales apoya las regulaciones en turismo.

Impacto de las protestas contra el turismo masivo

Las protestas contra el turismo masivo, que se llevaron a cabo en los meses de verano, no han tenido un impacto significativo en el negocio de alquileres vacacionales, según un 46% de los propietarios encuestados. No obstante, un pequeño porcentaje (8%) indicó que las manifestaciones sí afectaron a sus operaciones, lo que sugiere que, aunque las protestas recibieron atención mediática, su impacto económico fue limitado.

Percepción del turismo y perspectivas para el otoño/invierno

El estudio también destaca que el 66% de los propietarios considera que el flujo de turistas a la isla es “razonable”, mientras que un 34% lo percibe como “alto”. A medida que avanza la temporada de otoño e invierno, los propietarios de alquileres vacacionales están ajustando sus expectativas para las reservas futuras, con un 33% que prevé un aumento en las reservas y un 69% que planea mantener las tarifas sin cambios.

La regulación del turismo en Mallorca sigue siendo un tema de debate, con la mayoría de los propietarios a favor de un enfoque que permita un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección de las comunidades locales. Las perspectivas para la temporada baja son moderadamente optimistas, y la isla sigue siendo un destino atractivo para los viajeros, aunque se enfrenta al reto de gestionar el turismo de manera sostenible.